Capítulo dedicado a KarlaRamos389
AIDEN
«Lo siento. El número que usted ha marcado, no se encuentra disponible.»
—¡Maldita sea!
Cuelgo la llamada antes de escuchar el timbre del buzón de voz. La ira me gana y lanzo el celular al otro lado de la habitación.
—¡Aiden! —chilla Alina, sobresaltándose en su sitio. —Cálmate, por favor. Me estás poniendo nerviosa.
Le lanzo una mirada incrédula. A ella y a la miniatura que llama perro, el cual suelta un ladrido como si demostrara su apoyo. ¿Cómo me puede pedir eso ante las circunstancias? ¡Mi hermana está desaparecida! ¡Su hermano está desaparecido! Debería estar igual de alterada que yo.
—¿Que me calme? —repito, exaltado— ¡Mi hermana y tu hermano podrían estar desaparecidos! ¿Cómo mierda quieres que...?
—No le hables de esa manera —Paul sale en su defensa. Su mirada es una clara advertencia mientras da un paso hacia mí, dejando de moverse por la habitación y apartando el celular de su oreja.
—Sigue llamando. —le ordeno, ignorando su forma de hablarme.
—No me contestan ninguno de los números que me has dado.
Siento un nudo en el estómago. ¿Ninguno? ¿Ni ella?
—Intenta otra vez. —insisto.
—Ya llamé a cada uno. Tres veces.
—Pues vuelve a intentarlo.
Sabía que esto pasaría. Lo supe desde que el último mensaje que recibí de Ethan era que habían parado en una gasolinera. Cuando intenté decirle que era mala idea, ya era demasiado tarde. Los mensajes no le llegaban y las llamadas no eran respondidas.
Estoy a punto de perder la cordura.
—¿Por qué estamos perdiendo el tiempo? —pregunta Paul. La ansiedad en su tono de voz me está enloqueciendo, al igual que verlo caminar de un lado a otro. —Debemos ir a buscarlos. Convoquemos un grupo de licántropos para ir.
—La ruta desde Chicago abarca muchos kilómetros, Paul —explica Alina—. Podrían estar en cualquier parte. Además, Cedric no permitirá una búsqueda a ciegas.
—Pero... si no está Ethan, el que está a cargo es Aiden. —siento la mirada de Paul puesta en mí, esperando que confirme que está en lo correcto. Está tan desesperado que percibo su disposición a acatar cualquier orden.
Oigo a Alina suspirar.
—Es más difícil de lo que parece.
Sus palabras son como cuchillos afilados clavándose en mi cuerpo. Sé a qué se refiere, y la situación se pone peor. No soporto escucharlos más, me pongo de pie de un salto. Salgo de la habitación sin mirar atrás, dando un portazo que los deja en un tenso silencio.
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PROTEGIDA POR EL ALFA ©
Fantasía«Adentrarse a ese mundo será su salvación o perdición.» *** Tras huir de su tormentoso pasado, Mia Walker iniciará una nueva vida en Chicago pero es...