«Adentrarse a ese mundo será su salvación o perdición.»
***
Tras huir de su tormentoso pasado, Mia Walker iniciará una nueva vida en Chicago pero es...
Capítulo dedicado a todas esas mujeres que han sido víctimas de maltrato. Por las que se fueron y por las que siguen luchando por seguir adelante.
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Advertencia: Este capítulo contiene escenas de violencia que pueden afectar la sensibilidad de la persona. Se ha tratado de escribir de la forma más respetuosa posible sin caer en el morbo.
MIA
Miro al hombre que tengo delante de mí sin poder creer que esté ahí. ¿No tuvo suficiente con todos estos años de tortura? Hizo que toda mi vida me sintiera miserable por haber nacido, me hizo sentir escoria y me humilló de la peor forma en tantas ocasiones que me hace falta manos para contarlas. Logré escapar, de rehacer mi vida, tener nuevos amigos, un trabajo, dándome la oportunidad de conocer a alguien... y vuelve a arruinarlo todo.
Resulta tan increíble que, en vez de llorar, quiero reírme por mi desdicha.
Fui una estúpida al creer que mis problemas se terminaban al irme de Portland. Es claro que no sería así mientras Ashton Walker y yo vivimos en el mismo mundo.
—He de admitir que estoy impresionado. —comenta, dando un paso al frente. Había olvidado lo alto que era. Su altura siempre me intimidó. Debería retroceder y volver a la cafetería a pedir ayuda. Pero conozco a Ashton y eso no lo detendrá para llevarme con él. No quiero poner a los demás en riesgo. —Me costó bastante ubicarte en este tiempo.
Me quedo callada unos segundos hasta que decido obedecer a la vocecita en mi cabeza que me grita que sea valiente y le eche cara. Me enderezo en mi lugar, manteniéndome firme. Estoy cansada de mostrar miedo.
—No lo entiendo. —digo negando la cabeza. —Toda mi vida me has dicho lo feliz que te haría que desapareciera de tu vida. Y cuando por fin lo hago, ¿vienes a buscarme?
—¿Crees que dejaré que te vayas de la manera que tú eliges? — pregunta sonriendo con arrogancia. —Estás equivocada. Tú desaparecerás de mi vida de la forma que yo decida, Mia.
—¿Según quién? ¿Tú? —pregunto, desafiante dando un paso adelante. La sorpresa en sus ojos no tiene precio. Está tan sorprendido como yo. Jamás lo había desafiado. Y se siente maravilloso hacerlo. —No te pertenezco, Ashton. Por años he permitido que me trates como quieras y decidas por mí, pero no más. Se acabó Ashton. Me pertenezco a mí misma y no permitiré que decidas por mí, mucho menos arruinar mi vida.
La furia reemplaza la sorpresa en sus ojos. No voy a negar que me da miedo su siguiente paso, pero no lo demostraré. Ya no más.
Por primera vez estoy demostrando fuerza y no dejaré de hacerlo.
—Insolente. — masculla antes de elevar su mano hacia mí, pero soy más rápida y lo esquivo dando un paso al costado y retrocediendo unos pasos. Me apunta con un dedo, está prácticamente temblando de ira. —Pagarás el haber huido y haberme hablado de la forma que has hecho.