𝐭𝐡𝐚𝐧𝐤𝐬 𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐬𝐮𝐧𝐬𝐡𝐢𝐧𝐞 • 𝐥𝐢𝐩𝐬𝐨𝐮𝐥 | 𝐲𝐞𝐨𝐫𝐫𝐲

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2.- playground

Dos semanas después de que la pequeña yerim comenzará la etapa escolar, la niña ya estaba comenzando a acostumbrarse al ambiente, pero aquello no significaba que quisiera separarse de su madre. Sin embargo, cada vez que llegaba y Jungeun la recibía, el pequeño rayo de sol parecía olvidar casi por completo la existencia de su madre, sin duda alguna había terminado tomándole un gran cariño a la castaña.

- Mami. ¿Vend'ás por mi después, como siemp'e, cie'to? —. Yerim continuaba temiendo que su madre la dejara en aquel lugar y luego no regresará por ella, aquella era razón suficiente para hacerle la misma pregunta todos los días.

- Por supuesto. No hagas ningún problema cuando me vaya, ¿si? —. El pequeño rayo de sol asintió sonrientemente antes de darle un fuerte abrazo a su progenitora y, finalmente, adentrarse en el salón.

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Cada uno de los pequeños se encontraba jugando en algún lugar del salón, mientras otro grupo se encontraba preparando sus mochilas para la caminata que Jiwoo les había mencionado días atrás, después de todo su entusiasmo ya se hacía notar por el simple hecho de que caminarían hasta el parque de juegos que se encontraba a unas dos cuadras del edificio.

Por otro lado, Jiwoo seguía tratando de conseguir que la pequeña yerim le dirigiera la palabra, ya habían pasado dos semanas y la pequeña seguía sin prestarle la mínima atención a su mayor.

A veces la mayor se acercaba hasta yerim para jugar con ella o solo para entablar una conversación, pero la niña optaba por ignorarla o correr hasta Jungeun antes de que la de cabellos acaramelados se acercara a ella.

- Ya~ Lippie! ¿Por qué yerim me odia? ¿Qué le hice? — Jiwoo preguntaba una y otra vez a su mejor amiga a través del teléfono, pues no le gustaba que uno de los pequeños fuera tan indiferente con ella, y menos cuando ni siquiera sabía la razón.

>> No es posible que me odie tanto, ni siquiera se la razón de su odio hacía mi. ¿Crees que me odia solo porque quiere?

Jungeun no necesitaba seguir escuchando las quejas de su mejor amiga, por lo que colgó la llamada sin siquiera responder alguna de las preguntas que Jiwoo estaba haciéndole; y como era de esperarse, la de cabellos acaramelados estuvo hablando sola durante una hora al teléfono.

- Jiwoo Unnie~ tenemos un problema —. Una pequeña de unos cuatro años se acercó hasta la mayor, su mirada demostraba preocupación y a su vez temor a ser regañada.

>> Yerim no quiere ir a la caminata, dice que no ira sin Jungeun unnie.

Jiwoo ni siquiera dudo un segundo en ir hasta donde se encontraba el pequeño rayito de sol, quien como era habitual, se encontraba abrazando sus piernas mientras observaba la puerta por si Jungeun se aparecía para jugar con ella o estar a su lado mientras esperaba a su madre. Sin embargo, aquel día Jungeun tenía el día libre, por lo que yerim no iba a salir de donde estaba hasta que la vinieran a buscar.

- Yerim. Oye, sé que estás esperando a mi amiga. Pero hoy no va a venir  —. Los ojitos de la menor comenzaron a acuarse ante las palabras de Jiwoo, ella no quería estar ahí si no estaba Jungeun, y no tenía pensado quedarse a esperar a su madre por eso.

>> ¡Hey! No puedes salir sola, tienes que esperar que vengan por tí.

Yerim volteo a mirar a su mayor, sus ojitos estaban completamente rojos por las lágrimas que había estado derramando durante cinco minutos. Y, aquella imagen derritió por completo el corazón de Jiwoo.