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La brisa jugaba con su cabellera color castaña. Su vestido se movía a causa del viento y ella miraba como las flores en aquel campo también se movían.

Sus pies descalzos sentían la humedad del césped a medida que iba dando un paso. El horizonte le hacía un buen escenario.

Se sentía en paz ante todo, su vida era perfecta y no podía desear otra. Su mirada se dirigió a el cielo. Sus ojos vagaron por las nubes mientras que sus brazos se alzaban para poder jugar con el viento.

Su pie se movió dando un paso adelante, seguido de otros más. Caminaba tranquilamente y en meditación. Bajó su mirada y observó una flor color amarilla.

Se acercó al suelo para poder olerla, no quería hacerle daño a la flor, mucho menos arrancarla solo para olerla.

Su olor llegó hasta sus fosas nasales llenándola nuevamente de paz y tranquilidad.

De momento el viento dejó de hacer escándalo con su pelo y vestido, miró su vestido encontrándose con una pequeña mariposa color azul. La mariposa hacía contraste con su vestido color amarillo pastel.

Su mano se dirigió hasta ella y se subió en su dedo índice.

- Hola...- acercó su mano a su rostro para poder obsérvala bien. Se pudo dar cuenta que tenía pequeñas manchas color negras y algunas de color blancas. Pareciera como si alguna persona haya pintado aquella pequeña mariposa.

La mariposa la miró como si quisiera decirle algo y ella sonrío mostrando sus dientes.

Caminó con ella en su mano observando todas las flores y se detuvo en un jazmín, acercó la mariposa hacia la flor y la dejó con extremo cuidado.

-Adiós...-susurró aún con la sonrisa en sus labios.

Miró a la pequeña mariposa y parecía feliz, mientras que recogía un poco de polen.

- ¿Que haces?...- una voz interrumpió sus pensamientos haciéndola reincorporarse de inmediato.

- Mira- señaló la pequeña mariposa azul con manchas- ¿A que no es hermosa?

El castaño se acercó a ver la mariposa y efectivamente era hermosa.

- Si- susurró casi inaudible pero la chica lo oyó. Tardó unos pequeños segundos en reincorporarse y mirar a la chica quien tenía una sonrisa de oreja a oreja- ¿Que haces aquí? Deberías estar en la cabaña, me asusté cuando no te vi adentro...

- Quería salir a despejarme- se acercó al chico y colocó sus abrazos en el cuello de este. El también quiso abrazarla y puso sus manos a cada lado de su cadera.

- Avísame la próxima vez que vayas a hacerlo, no quiero volver a asustarme de tal manera- acarició su espalda.

- No lo volveré a hacer- prometió concentrándose en su rostro. Miró aquel rostro de ángel. Primero observó sus ojos, viendo pequeñas estrellas en ellos, algo muy bonito a su parecer. Su mirada bajó a sus labios y visualizó el pequeño lunar bajo este. Las ganas de besar sus labios comenzaron a aparecer pero se contuvo. Su mirada viajó hacia su pómulo izquierdo notando una pequeña cicatriz, frunció su ceño, no recordaba verla antes ahí.

El chico notó su expresión facial y quiso preguntar.

- ¿Pasa algo?- se atrevió a preguntar y mojó sus labios.

- No...no pasa nada.

Dicho eso se volteó y se alejó del chico. Su mirada volvió al campo y observó los pájaros volar y cantar.

Se sometió de nuevo a la tranquilidad. Dejándose llevar por el canto de los pájaros y la tierra en sus pies.

Sintió unos brazos masculinos rodear su cintura y sonrío cerrando los ojos y recostando su cabeza en el pecho del chico. Y como si fuera arte de magia la brisa no tardó en aparecer de nuevo.

Colocó sus manos en la unión de los las manos del chico y empezó a dar caricias. Sintió el mentón del chico apoyarse en su hombro derecho y su sonrisa hizo aparición de nuevo en su rostro.

- Te Amo...- susurró su acompañante.

- Yo tambien...

Para Yang, JungKook era un sueño, el sueño más hermoso de su vida...



Sus ojos se abrieron poco a poco, su cuerpo se removió con cuidado en el sofá.

Tardó unos segundos en recordar donde estaba y sentarse en el sofá. Miró a su lado derecho y ahí se encontraba JungKook leyendo un libro.

YangMi lo miró raro, JungKook casi nunca leía libros. Cuando miró de que era el libro comprendió, era un libro de química, seguramente de la universidad.

JungKook despegó su vista del libro y miró a Yang con el pelo alborotado y sonrío.

- Despertó la bella durmiente...

Y no se había equivocado, JungKook era un sueño, uno muy lindo y real...


☁️💕

E A S T S I D E-Jjk- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora