❝Dicen que el amor que crece desde la infancia es el verdadero, que no importa que pase, el destino lo unirá una y otra vez...
Dos niños enamorados, solían tomarse de la mano, eso era suficiente para decir que se amaban. Luego crecieron y empezaron...
- Hola mamá, solo llamaba para avisar que no cenaré en casa, la señora Jeon me invitó a la cena- miró la televisión de la sala de estar, se acomodó mejor en el sofá y miró el reloj percatándose de la hora. Eran las 7:45 pm.
- Claro, no llegues tarde, mañana es domingo y pasaremos el día juntas- dijo con una voz tranquila pero alegre a la vez. La verdad es que a YonHee no le molestaba que su hija fuera a casa de ese muchacho, le encantaba verla feliz. Le encantaba verla sonreír y gozar de felicidad cuando estaba al lado de aquel castaño. Era como si estuvieran en su propio mundo y eso le gustaba.
Su madre estaba 100% segura de que esa relación duraría para siempre. Ambos eran el uno para el otro y nadie lo podía negar.
- Si, no te preocupes mamá. Te amo...- y colgó no sin antes escuchar un "Te amo" del otro lado de la línea.
Yang miró toda la sala de estar y se detuvo en una esquina, donde estaba su mochila. Se paró del sofá y la tomó. Camino hacia el sofá y se acomodó en él nuevamente.
Saco su cuaderno y algunas hojas de papel sin escribir. Tomó su lápiz y algunos apuntes o ideas sobre el ensayo que debía hacer.
Su mente ya no estaba bloqueada. Solo necesitaba la cercanía de alguien que también la necesitara.
Yang empezó a escribir. Cada idea que venía a su mente lo escribía. De vez en cuando revisaba la pequeña libreta con los apuntes y algunos los escribía. Para Yang eso de escribir era lo mejor del mundo, se sentía libre y feliz. Era su mundo, un mundo donde las reglas eran escritas por ella.
Simplemente para Yang el arte de escribir y realizar frases o poemas era hermoso y perfecto.
Pasaron al rededor de unos quince minutos cuando Yang pudo escuchar unos pasos provenientes de las escaleras, seguido de eso un olor masculino llegó a sus fosas nasales pidiendo más de ese exquisito olor.
Sintió como alguien se paraba a un lado de ella.
- ¿que haces?- preguntó mirando el ensayo con cautela y analizándolo.
Yang alzó la mirada encontrándose con un JungKook muy curioso por lo que ella había realizado.
Yang extendió el papel hacia JungKook y este no dudó en tomarlo para leerlo.
- Debo hacer un ensayo para el viernes y creo que ya está listo- sonrío mientras comenzaba a guardar todo en su mochila. Se detuvo un momento cuando Kookie se sentó a su lado con su mirada todavía en el papel- ¿Te gusta?- preguntó tímida
- No,...- Yang suspiró de cansancio decepcionada- Me gusta, el sentimiento que le pones a las cosas, es como si tuvieras múltiples puntos de vista pero eliges solo uno para dar la descripción y referencia del tema. Me gusta, no... me encanta- sonrío y miró a YangMi. Su novia al escuchar esas palabras no pudo estar más satisfecha de si misma- Pero me encanta más la autora...
- ¡Kookie!- sonrío dándole un pequeño empujón a su hombro derecho y con un leve sonrojo recogió lo último que quedaba fuera de su mochila.
- ¿que? Pero si es cierto- sonrío y tomó de las caderas a Yang y acercarla un poco hacia el.
- Basta, terminaré como tomate- colocó sus manos en las mejillas de su novio y las acarició.
JungKook tomó la iniciativa de un lindo y su dulce beso. Acarició un poco la cintura de Yang y supo que le hizo cosquillas cuando el medio del beso Yang sonrío.
Se separaron del beso por falta de aire y JungKook habló.
- Mi hermoso tomate- y volvió a besar sus labios...
Imagino a Yang y a JungKook en esta última escena así...
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Que tiernos💕
Perdón si hay faltas ortográficas, las arreglaré durante el día