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La suave música resonaba en la habitación color morada, haciendo que ambos cuerpos se movieran al compás de ella.

Sus cabezas estaban unidas y los ojos de ambos cerrados, disfrutando del momento. Las respiraciones de los dos chocaban, dando a entender lo cerca que se encontraban.

La mano lastimada de YangMi se encontraba sostenida por la de JungKook, quien proporcionaba pequeñas caricias a esta. La otra mano de JungKook se situaba en la cintura de Yang.

Luego de comer lasaña y de que Eun se fuera de su casa y los padres de Yang fueran al trabajo, ambos fueron a la habitación de YangMi a curarle su mano. Luego de unos cuantos lloriqueos a causa de alcohol, ambos decidieron relajarse un poco.

Y la mejor manera de ambos para relajarse era escuchando música, aunque con que ambos estuvieran juntos era suficiente para calmar el estrés.

- No conozco esa canción- Yang hablo y despegó su frente de la de su novio para poder mirarlo a los ojos.

- run to you- dijo el castaño y tomó con delicadeza la cabeza de su novia para luego recostarla de su hombro- deberías escucharla más seguido- opinó y escuchó una leve risa provenir de YangMi y sonrío. JungKook recordó que el cumpleaños de Yang sería el próximo día a lo que no dudó en sonreír.

La castaña rodeó con ambos brazos el cuello de JungKook anhelando tenerlo más cerca de ella, quería saber que estaba ahí con ella, quería abrazarlo; quería estar junto a él para siempre...

JungKook sonrío recordado una escena parecida hace muchos años atrás

- ¿hablas enserio?- los ojos de la pequeña YangMi brillaron de felicidad y JungKook asintió feliz.

YangMi abrazo rápidamente a JungKook por la cintura.

- ¿Que significa eso?- preguntó un poco asustado, nervioso y feliz, sin duda una mezcla de sentimientos que hacían que las mariposas en su estómago despertaran

- Si...- dijo finalmente y rodeó sus brazos en el cuello de su ahora pequeño novio. Sonrío para si misma y se acurrucó en el cuello.

- ¿Enserio?

- Si- asintió moviendo lentamente su cabecita.

El pequeño JungKookie abrazó la cintura de su Yang, no podía creer lo we estaba pasando en ese momento.

- No le podemos decir a nuestro padres- dijo Yang imaginándose que pasaría si sus padres se enteraran.

- Tranquila, no pasará- acarició su cabello y cerró sus ojitos, aspirando el suave olor de coco que emanaba del pelo de la castaña.

- Te quiero...

A JungKookie le sorprendió un poco que YangMi dijera eso, luego sonrío de oreja a oreja. En ese momento todo para ambos parecía un sueño.

- Yo también Yang....

JungKook no pudo evitar reír ante ese recuerdo, saber que eran formales aún siendo tan pequeños le causaba gracia.

Yang levantó su cabeza preguntándose porque JungKook se reía.

- ¿Que pasó?- preguntó con un toque de inocencia en sus ojos, esa mirada que hacía del estómago de JungKook un zoológico.

JungKook sonrío aún más y juntó sus labios en un beso tierno y suave. Ninguno de los dos movía sus labios, simplemente era un pequeño roce que en segundo se convirtió en un beso con más vida.

Lentamente JungKook subió sus manos a la cara de YangMi, acariciando sus mejillas con la yema de los dedos, sintiendo lo suave que era. Acunó con sus manos el rostro intensificando más su beso.

YangMi acarició pequeños mechones de cabello en la nuca del castaño, sonrío en medio del beso al imaginarse a JungKook con un corte de cabello distinto o color.

Ambos se separaron del beso con al respiración agitada, juntaron sus frentes, rozando la punta de sus narices.

- No te vayas...- susurró YangMi y dejó otro beso en sus labios

- No tenía planeado hacerlo- dijo y lentamente bajó sus manos a los muslos de YangMi. La castaña al ver sus intenciones volvió a besar a JungKook sosteniéndose más fuerte de su cuello con cuidado de que su mano vendada no se lastimara más- nunca te dejaré...- volvió a besar a YangMi y con sus brazos fuertes alzó a su chica y esta enrolló sus piernas en la cintura de JungKook.

- ¿Lo prometes?- murmuró cerca del oído de JungKook haciéndolo estremecer.

JungKook dejó una mano encargada de sostener a YangMi bajo su trasero, y con la otra mano acomodó un mechón de cabello de Yang detrás de sus orejas para luego acariciar su mejilla y sonreírle tiernamente.

En un movimiento rápido pero no brusco, JungKook posicionó a Yang en la cama, sintiendo las piernas de esta en su cintura.

- Lo prometo

Ambas miradas se conectaron y como si sus rostros hablaran por sí solos prosiguieron con lo suyo.

Esa noche ambos se unieron, se unieron en el nombre del amor, declarando ambos sus sentimientos y admiraciones, con caricias que significaban su eterno amor y miradas que significaban palabras...

[...]

Lentamente YangMi abrió sus ojos a causa de los rayos del sol, frunció su ceño y se removió en la cama, se sintió extraña al solo sentir la suave colcha de su cama, tocó un poco su cuerpo y supo que se encontraba desnuda.

Miró a su lado y ahí estaba JungKook, su ángel. Su cabello revuelto y sus ojos cerrados haciéndolos ver más pequeños, los labios estaban levemente abultados haciendo un lindo puchero. Yang sonrío al verlo de tal forma y se acomodó de costado para observarlo mucho mejor.

Su mirada bajó hacia el pecho de JungKook si camisa. ¡Dios! ¿Como un simple hombre podía ser tierno y sexy a la misma vez?

Todos sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando JungKook abrió sus ojos lentamente para luego sonreír y abrazar a Yang atrayéndola más a su cuerpo.

La castaña se acomodó mejor en el pecho desnudó de su novio.

- Yang...

- ¿Mhm?- alzó su mirada encontrándose con los oscuros orbes de JungKook y perdiéndose en ellos.

- Feliz cumpleaños....



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E A S T S I D E-Jjk- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora