hoy como estuve haciendo las dos anteriores semanas me desperté para ir a correr. era un hábito que me gustaba hacer en verano para no estar parada todo el día. salí con mis audífonos puestos y empecé a pensar. se estaba por acabar el primer mes de vacaciones y posta no me arrepiento de venir acá. con mateo teníamos algo medio raro aunque estos días estuvo raro conmigo pero no le quería dar mucha bola.
(...)
dou. se me hizo re tarde, eran las diez y media. estaba por entrar a la casa y vi un montón de autos. primero pensé que me confundí de casa pero nah, era esta.
—¿hola?— entré al salón. miré y pude ver que habían varios pibes en el salón, algunas pibas también. al único que no vi fue a mateo.
—buen día— dijo mi primo, el cual estaba sentado en el sillón.
subí extrañada las escaleras y me cambié. me puse la maya y encima una remera que me dio mateo, me venía re grande y eso me gustaba.
bajé a la pileta evitando pasar por el salón. cuando llegué vi lo que menos quería ver. a mateo chapándose a una mina. todo lo contrario a mi, alta, rubia, perfecta, parecía una barbie. salí corriendo de ahí con los ojos llorosos y subí a mi pieza.
LA RECALCADA CONCHA DE SU MADRE. ya lo dije. lo sabía, siempre me boludean. ¿wacho que hice para merecer esto?
—permiso— se abrió la puerta dejando ver a dani. me tapé la cara con la almohada para que no me viera llorar —eu eu eu, ¿que mierda pasó?
—¿que importa eso? ándate con tus amigos, no te pierdas la joda por preguntarme qué pasa porque no merezco la pena— histeriqueé.
—subí acá por elección no por obligación.
—perdón soy una forra— me tranquilicé y senté. palmeé la cama y se sentó.
—dale, contáme.
—¿viste que te conté que andaba en algo con mateo? bueno, estaba chapándose a una flaca en la pileta— soltaba sollozos.
—no sabe lo que se pierde —me abrazó— igual no te subestimes —lo abracé mas fuerte— dale veni conmigo a la pileta, ¿si?— asentí como nena y bajamos. cuando pasamos por el salón me agarró de la mano bajo la atenta mirada de todos.
•••
