Julieta
—¿qué vas a hacer?— preguntó el morocho mirándome de arriba a bajo.
—no sé— acaricié su nuca —¿qué querés hacer vos?— me acerqué mucho a su boca.
—a cenar— gritó mi abuela y yo reí.
—pero la puta madre— se quejó —bueno dame un premio de consolación ahre— soltó y yo solté una carcajada.
—bueno— lo agarré de los cachetes y me lo chapé.
—nanana tremendo premio de consolación— me agarró por la cintura —ya quiero saber como son los otros premios.
—dale vamos— me puse roja por lo anterior y el me miró sonriendo.
bajamos al salón donde nuestras abuelas estaban sentadas esperándonos para cenar. en los platos había milanesa con arroz excepto en el plato de mateo, que había puré con arroz. miré con el ceño fruncido el plato y luego a mateo y me senté, enfrente de emi y al lado de mi abuela.
— y contáme, ¿a qué te dedicas juli?— preguntó la abuela de mateo para sacar un tema de conversación.
—estudio, este año me egreso— asintió —mi plan es estudiar algo relacionado con el mundo marino.
—mateo también se egresa este año— asentí mientras comía un trozo de mi milanesa.
—¿qué vas a estudiar vos, mateo?— preguntó mi abuela mirándolo.
—y no sé qué hacer cuando me egresé, seguro seguiré batallando y con la música.
—¿batallando?— frunció el ceño mi abuela.
—como manu— aclaré.
—¿y también cantás?— el morocho asintió.
—la salamandra— soltó emi inocente y yo me reí, ese tema era el descanso del año.
—¿qué se ríen bobos?
—el temazo del año— añadí y emi se rió.
después de mucho hablar, comer y reír, mateo con su familia se fueron.
—¿me vas a contar que onda con ese chico?— preguntó mi abuela con una sonrisa cuando cerró la puerta —¿se conocían de antes?
miré al suelo y luego a ella.
—sí, es amigo de manuel.
—¿y de vos que es?— sonrió de vuelta.
—y no sé abuela.
—¿te pensaste que me creí el "le voy a enseñar la casa"?— me reí.
—este verano lo pasé en la casa de campo del tío, y manu lo había llevado, ahí nos conocimos y eso y tuvimos onda— expliqué.
sí, tenía una re confianza con mi abuela.
—¿entonces son novios?— me hundí de hombros.
—no, pasa que luego perdimos contacto y hasta hace poco no nos vimos de vuelta, va al mismo instituto que yo— informé.
—ah que bueno.
mi abuela besó mi frente y me dijo buenas noches. repetí su acción y subí a mi pieza. tenía unos mensajes de mateo.
"hola mami", "que onda?", "ya te extraño", "querés que mañana vayamos juntos a la escuela?".
cuando iba a contestar recibí una llamada. era él.
—hola— saludó —¿leíste los mensajes?— sonreí.
—sí— contesté.
—¿entonces?
—dale.
—paso por vos a las 8– sonó contento.
—bueno— dije —buenas noches, hasta mañana— dije con cariño.
—buenas noches juli, dormí bien— corté con una sonrisa en la cara.
•••
desde diciembre sin actualizar, tremenda hija de puta
