d i e c i s i e t e

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hacía rato me había despertado, calculo que unos diez minutos. dormí para el orto.

miré la hora en mi celular, marcaba las seis de la mañana, de normal iria a correr pero alta paja cargo. miraba el techo, blanco, minimalista. como era costumbre comencé a pensar. ayer en la noche mi familia y mateo llegaron de la ciudad.

cuando mateo entró por la puerta tenía un semblante serio y me preocupé. me miró y le sonreí, me paré para saludarlo pero subió a su pieza y se encerró. decidí no darle bola. capaz que no era por lo que pensaba y era por algo más grave que le pasó y quería estar solo.

(...)

después de dar varias vueltas en la cama decidí levantarme, eran las diez y mi barriga rugía de hambre. mi teléfono sonó interrumpiendo mis pensamientos.

—¿má?

—juli, ya arreglamos todo con la abuela, te irás a vivir con ella— sonreí al oír eso, amaba a mi abuela —la semana que viene el tío abian se vuelve a la ciudad así que te llevará a casa de la abuela— contó.

—¿y mis cosas?— pregunté.

—llevaré cosas a casa de la abuela así que decime que querés pero igual podés seguir teniendo tu pieza de acá y venir cuando quieras— sonreí.

—bueno má.

—chau te amo— dijo dulce y repetí su acción.

la última vez que fui a casa de mi abuela tenía calculo que unos quince años. vivía en un barrio muy lindo y su casa era re agradable. tenía ganas de verla a mi abuela.

esta vez si me levanté, fui al baño. bajé a la cocina.

—buen día lindo— le deseé a mi primito, martín.

—buen día juli— sonrió.

agarré leche y dos medías lunas y fui al salón,

—buen día juli— dijo mi tío.

—buen día tío.

—¿te contó tu mamá lo de la abuela?

—sí— sonreí, la posta es que no quería que el verano acabara, me hubiera gustado pasar acá fin de año pero mi tío quería pasarla en la ciudad.

este año no estaré sola en año nuevo, todos los años mamá trabajaba de guardia y papá se iba con la novia, si la paso con mi abuela sería el mejor año nuevo del mundo.

—nos iremos el 27– asentí —pasaremos acá navidad, vendrá tu mamá también.

—bueno— sonreí de vuelta —tío, ¿sabés que le pasó ayer a mateo?— negó con la cabeza,

—lo llevé a casa de su mejor amigo y ya.

—ok, gracias.

•••
ah re colgada, igual lo siguiente tara de nazi

veranos; truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora