Parte I

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La tarde siempre se avecinaba de una manera peculiar, colorida y estrellada en esa villa al estar a mitad de la nada. En esta residía una pequeña familia de 2 personas, 2 mujeres que eran observadas de una excelente manera entre los habitantes al haber sido capaces de controlar distintos problemas como el hambre pocos años atrás y una sequía desde varios días antes.

  —¿Helena? —Preguntó la pelirrosa tocando tres veces la puerta de con sus uñas— ¿Estas despierta? —No quería entrar, pues su hija empezaba a necesitar privacidad al recién cumplir los 10 años.

  —Sí. —Respondió abriendo la puerta. Era una niña de cabellos rosados con un toque rojizo, dándole un efecto guinda— ¿Quieres que te ayude con el desayuno, papá? —Efectivamente. La mujer de cabello rosa era una mujer alfa de 37 años que se hacía cargo de una niña por su cuenta, esto por casi 6 años.

  —No, ya lo prepararé yo, sólo quiero que vengas abajo para que nos apuremos y vayamos a hacer las compras. —Le dio una caricia en su rizada y suave cabellera.

  —Enseguida voy. —Sonrió, con esos labios negros que debía esconder del mundo porque eso significaba una cosa: ascendencia demoniaca.

Según los rumores, había una mujer cuya madre llevaba en el vientre a dos pequeños de los cuales uno sería un demonio mientras que el otro sería un humano común y corriente; la mayor nació siendo grande y fuerte pero no tenía aquella piel pálida y casi translúcida junto con esos labios oscuros, mientras que la menor tenía cabellos del color de la flama eterna y su boca era el conducto a la perdición mientras heredaba características de su madre y padre. En la villa se contaba que esa niña era Helena Ivanov, nieta de una semi-demonio e hija de una mujer alfa dotada por un mago de su época.
A pesar de que su "padre" trataba de que la profecía no se cumpliera, no pudo hacer mucho, pues Helena repentinamente despertaba con los ojos del clan demoníaco como si se hubiera contactado con la segunda o tercera dimensión.

  —Ya estoy aquí. —Pronunció al sentir sus pies tocar el suelo, aunque no obtuvo respuesta— ¿Papá? —En la sala yacía una mujer, hija de una semi-demonio, pelinegra y con ojos conductores al inframundo— ¿Ma-mamá? ¡Volviste! —La emoción la hizo acercársele, pero no podía abrazarla tras saber que la había dejado en el pasado.

  —Vine a despedirme.

  —Pero... —No pudo reaccionar a tiempo, pues su cerebro estaba procesando la imagen ante sus ojos.

Había una cabellera rosa en el suelo con una mancha de líquido carmesí mientras la mujer que parecía ser su madre tenía todo el brazo derecho bañado en esta.

  Esa sangre... es de...

—Sé buena niña y no grites, ¿okey? —Dejó a su vista aquel brazo con el cual había asesinado a Alana.

  —¡Perra! —Su mano se había movido inconscientemente, su cerebro había mandado una señal a su sistema nervioso dejando brotar algo en su espalda. Eran unas grandes alas, las cuales poseían unas garras, su piel se endureció tanto que actuaba como cuchilla con la que le atravesó el rostro de la mujer— Mataste a papá.

El simple hecho de ver a su familia reunida de esa manera se convirtió en un momento despreciable, tanto que se olvidó de cubrirse de los pómulos hacia abajo del rostro y arrastró el cuerpo de su padre gritando por ayuda, no quería que la única persona del mundo entero que siempre tuvo se muriera así de fácil.

  Es demasiado tarde.  Decía su subconsciente.

Al percatar la falta de pulso y el camino de sangre que había no pudo contener sus ganas de echar a llorar, gritando con todas sus fuerzas.

My Heart-Shaped Box (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora