Capítulo 18

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Por algún motivo de la vida, Wattpad ha decidido no notificar a mucha gente de los dos últimos capítulos. Espero que no tengáis problemas con ver este :D

Cuando llegué de correr esa mañana, Mike hablaba por teléfono con alguien. No quería ser chismosa, pero me quité los auriculares para escuchar mejor lo que decía. Estaba hablando en voz baja en el otro lado del salón y sonaba irritado. Qué raro. Creo que nunca había oído a Mike irritado. Will, Sue y Jack lo miraban fijamente desde la barra.

Cuando me detuve junto a Jack, él me agarró de la cintura con una pequeña sonrisa perversa y me plantó un beso en los labios que casi me dejó sin respiración. Cuando me dejó ir, tenía las mejillas encendidas. Tenía que acostumbrarme a eso.

Will nos dedicó una pequeña sonrisa mientras Sue se quedaba con cara de asco.

—Así que oficialmente soy la única soltera que vive aquí —murmuró Sue.

Mike volvía con una enorme sonrisa. 

Viva la bipolaridad.

—Yo también estoy soltero —le dijo Mike.

—Vale. Pues soy la única soltera. Sin contar al parásito.

—No te he visto entrar —me dijo él, ignorándola—. Es una lástima. Te ves muy bien hoy.

Suspiré mientras Jack lo fulminaba con la mirada.

—Mike... —le enarqué una ceja.

—Era una opinión objetiva —levantó las manos en señal de rendición.

—Nadie te ha pedido tu opinión —masculló Jack.

—Soy un alma generosa. Me gusta compartir porque sí.

Hubo un momento de silencio. Me sorprendió ver que nadie le preguntaba qué le pasaba con la llamada. Estaba claro que le había afectado un poco.

—¿Estás bien? —le pregunté.

—Sí —aseguró, antes de mirar a su hermano—, pero no creo que tu novio lo esté durante mucho tiempo.

Y, entonces, se produjo una conexión fraternal extrasensorial. A pesar de que se llevaran mal, seguían siendo hermanos y se habían criado juntos. Con una sola mirada se entendieron a la perfección.

—Oh, no —masculló Jack con cara de horror.

—Oh, sí —Mike sonrió ampliamente.

Will parecía tan confuso como yo, cosa que me sorprendió. Él solía entender esas cosas. Sue los miraba con una ceja enarcada mientras se comía su helado tranquilamente.

—Me apetece tan poco como a ti, por si te consuela —murmuró Mike, agarrando una de sus tostadas.

—Pensé que este año no se molestaría en hacerlo —masculló él, recuperando su tostada bruscamente.

—Yo también —Mike puso mala cara cuando intentó robarla otra vez pero recibió un manotazo—, pero se ve que le gustan las tradiciones. Y que nos ama con locura, claro.

—¿Puedo preguntar de qué estáis hablando? —enarqué una ceja, confusa.

—Sí, aquí falta información —Will me apoyó.

Mike sonrió divertido al ver la expresión de fastidio de su hermano al girarse hacia nosotros.

—Cada año, mi padre insiste en que vayamos a la casa del lago a celebrar su cumpleaños.

Antes de diciembre / Después de diciembreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora