C a p i t u l o 18: s e n s a c i o n e s e x t r a ñ a s.
- ¿tu eres katsuki hinata? - pregunto kanato al ver a la joven de casi su misma edad sentada en una de las bancas del jardín de la escuela - mira...la verdad no se que asunto tengas conmigo, y la verdad es que tengo que hacer un par de cosas después de clases, así que si esta en una estúpida declaración de amor no dudes que te gol-...
— no... — murmuro de una manera casi inaudible — no es nada de eso...
Hinata al poco rato de haberle entregado aquel papel a kanato, se percato de que este no tenia intención alguna de acudir a su llamado, estaba en una situación difícil, ya que después de reflexionar durante días se dio cuenta de que realmente le aterraba la idea de ser descubierta, tanto por la ley como por los mukamis.
en tan solo pensar en ella misma detrás de las rejas y la imagen social que eso podría darle, no lo dudo mas y comenzó con cierta obsesión a idear un plan en el que pudiera salir ilesa.
Por lo que opto por la manera mas sencilla de salirse con la suya, se reuniría en secreto con alguien de la familia sakamaki, presentaría evidencia de donde podría ser el paradero de yui y posterior a eso daría argumentos falsos de como obtuvo aquellas pruebas, para finalmente guiar el caso hacia la pequeña niña de escasos 14 años que desapareció.
kanato estaba harto de aquella situación, siempre era lo mismo, una perra cualquiera le invitaba a que se juntaran en cualquier lado y esperaban el momento oportuno para convencerlo de tener sexo en cualquier parte, para luego llegar con el cuentito del día siguiente de que eran pareja y todas esas tonterías, terminando así con su paciencia y con un ataque de histeria, dependiendo de su humor tenia dos opciones, o llegaba al salón de clases con un pastel de color rojo o mandaba a la mujer a la mierda.
cuando el peli-morado vio la indecisión de hinata opto por retirarse, no había tenido un buen día, sus ojeras lo demostraban todo, quería acostarse en su cama y dormir a pesar de tener otra ves una maldita pesadilla con aquella rubia que lo atormentaba de día, tanto en pesadillas cuando el sol se escondía y en fantasías cuando no podía dejar de pensar en ella durante todo el día.
hablando de fantasías...últimamente a estado muy estresado y desea quitarse aunque sea un peso de sus hombros, lo único que le alivia un poco es hundirse en aquella ropa que uso el primer día que llego a su vida, aquella que se le fue arrebatada cuando perdió su libertad y fue escondida con tal de que no llevase ropa decente. tal y como le había dicho una vez su ex amante "si no puedes vestirte con decencia entonces pierdes hasta tu dignidad" consejo que aplicaba para el mundo de la moda y la gente que puede permitirse prendas exageradamente costosas.
la ropa que se le fue arrebatada aun conservaba aquel aroma...solo que estaba desapareciendo con cada día que pasaba.
estaba a punto de irse feliz de la vida hasta que...
— mmm...a que estación te subes? — le pregunto, viendo como kanato paraba en seco y volteaba a mirarla irritado.
— no debería interesarte eso, se ve que realmente no sabes nada de mi — termino por contestar viéndola de reojo.
la conversación no estaba llegando a nada y faltaban pocos minutos para que la clase de los chicos terminara.
— ... — hinata con desesperación volteo su cabeza hacia todos lados, la paranoia le consumía la cabeza, por lo que temblando y con la piel de gallina saco de su bolso otra bolsa, pero esta tenia algo adentro, algo suave y con un aroma apenas reconocible — ¡tómalo por favor!
Kanato se extraño y por un momento considero dos opciones, o la chica que tenia en frente suyo no estaba muy cuerda o era una broma, pero se detuvo al ver la cara de horror que tenia hinata plantada en su rostro, noto su piel mas pálida de lo normal y unas notables ojeras, le echo un vistaso rápido a la bolsa, esta parecía contener una tela con manchas oscuras, lo noto pues en algunas partes había un color mas suave y otro mas intenso.
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my happy life with chocolates and candies [diabolik lovers] CANCELADA
FanfictionCANCELADA Para todos era normal escuchar el nombre de "yui sakamaki" en la televisión, radio y periódico. Yui, la jovencita rubia de ojos rojos, con escasos 14 años, que a la salida del colegio desapareció a las 4:30 sin dejar rastro. Muchos dirán...