Capítulo 11

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Olimpo POV

Los dioses más importantes del Olimpo habían solicitado una reunión inmediata en el salón del consejo, había algo que los inquietaba y necesitaban hablar sobre ello. Zeus, el rey de los dioses se encontraba sentado en su enorme trono a la espera de los demás dioses, estaba a punto de darle un trago a su copa de vino cuando 11 dioses irrumpieron en el salón llevándose toda la paz que había anteriormente, cada uno se dirigió a su trono y tomó asiento guardando silencio

— ¿Y bien? ¿Para que solicitaron esta reunión tan inmediata? — preguntó Zeus con su potente voz

Los demás dioses se vieron entre sí a la espera de que alguien hablara primero, Atenea al ver que nadie se dignaba a hablar rodó los ojos y se aclaró la garganta

—  Veras, se ha esparcido el rumor de que al parecer le has dado una arma a las Amazonas tan potente como para acabar con un dios — habló Atenea, la diosa de la sabiduría

Zeus no pudo evitar sorprenderse un poco pero asintió para después darle un trago a su copa de vino

— ¿Y bien? —  preguntó Apolo, el dios de la luz

— Es verdad — respondió Zeus para después escuchar los jadeos de sorpresa de los demás dioses

— Entonces es verdad, ¿Qué clase de dios es? Creo que debemos de acabar con el ahora que supongo esta pequeño —  dijo Hades, el dios del inframundo

— Apoyo a Hades, no podemos arriesgarnos a que crezca y luego nos mate a todos — concordó Afrodita, la diosa de la belleza

— Uhg, ¿pueden callarse? Nadie matara a nadie — habló Hera, reina del olimpo y diosa del matrimonio

— ¿Tú? ¿Defendiendo al que supongo es un hijo de Zeus? Wow, esto sí que no me lo esperaba — molestó Poseidón, el dios del mar y de los terremotos

— Ella es un amor y no hay por qué temerle — se defendió Hera mientras se encogía de hombros

Zeus sabía que la razón por la cual su esposa Hera aún no había matado a su hija era porque por primera vez él le había hablado de sus planes y Hera estuvo de acuerdo al ver a la hija tan hermosa que Zeus había tenido con la reina de las Amazonas, incluso sabía que llego a sentirse celosa por no haberla engendrado ella, su hija era simplemente perfecta y era una digna diosa, su corazón era puro y Hera sabia eso

— Entonces no es un él, es una ella. Bien, eso será mucho más fácil — rugió Hades

— ¿Por qué tanto alboroto por una pobre bebé? ¿Qué acaso no son dioses? — preguntó Artemisa, hermana gemela de Apolo y diosa de la caza

—  Eso mismo me pregunto yo, ¿no se supone que somos los dioses más poderosos? ¿a qué le temen?— se burló Hefesto, dios de la forja

— ¿Acaso no sabes que título le han dado ya? — pregunto Hermes, el dios mensajero. Pero Hefesto simplemente se encogió de hombros ya que no sabía que título le habían dado

— La mata dioses — habló Deméter por primera vez

—  ¿Pero cómo es que es una diosa? ¿Acaso no dijeron qué estaba con las Amazonas? — cuestiono Hestia, la diosa del Hogar

— Es cierto, en dado caso ella sería una semidiosa, lo que no la hace tan poderosa —  concordó Apolo

— ¿Acaso debo de recordarles que los semidioses solo son los hijos de un dios y un mortal? — hablo la reina del olimpo a la vez que soltaba un suspiro

— ¿Y? — respondió Afrodita a lo que Poseidón bufo

— Tanto las Amazonas como los Atlanteanos son inmortales ¿Acaso no lo recuerdan? Ellos son diferentes a la humanidad, son cercanos a nosotros por lo que el hijo de un dios con alguna de esas razas terminaría siendo igual a un dios —  explicó Poseidón mientras frotaba sus cienes

Wonder Woman & MeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora