Capítulo 41

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–Hey – escuchó que alguien decía mientras la sacudían levemente

– ¡No! tengo que salvarla – gritó mientras hacía movimientos bruscos

– ¿Salvar a quien, cariño?  – preguntó una confundida pelirroja

–Yo uhm... ¿Mera? – entre abrió los ojos dejando que se acostumbraran a la oscuridad que las rodeaba

En el momento en que sus ojos se enfocaron y se encontraron con unos ojos azules viéndola fijamente con el ceño fruncido no pudo evitar que un gran alivio recorriera su cuerpo

Envolvió sus manos alrededor del cuerpo ajeno y le jaló tirándola contra su pecho

Mera se limitó a dejar suaves caricias en el pecho de la pelinegra, podía sentir bajo su mejilla que el corazón de Diana todavía latía a un ritmo irregular

Sintió algo mojado en su cabello y levantó la mirada topándose con la Amazona llorando – Oh, vamos cariño, no llores – dijo mientras se limitaba a secar las lágrimas de la pelinegra

Su corazón se apretó al ver el miedo y la tristeza presentes en los hermosos ojos avellana de quien creía era su novia

–Tranquila cariño, solo fue una pesadilla, todo está bien – le consoló mientras frotaba su espalda de arriba abajo

Luego de unos minutos el llanto de la Amazona cesó

–Se sintió tan real, temí por un momento que te había perdido y estaba dispuesta a pelear y luego tú me despertaste y te vi y... estas a salvo  – suspiró pesadamente para luego plantar un beso en los labios de la Xebeliana

La pelirroja lamió levemente sus labios e hizo una mueca

–Tus lagrimas están un poco saladas – se quejó sacándole una risa a la Amazona

– ¿Soportas lo salado del mar, pero no mis lágrimas? No quiero entrar en detalles pero en el agua hay mucho más que sal  – bromeó la pelinegra causando que Mera la viera con disgusto

–Eres sucia – le regañó para luego darle otro beso

–Si soy sucia ¿Por qué me sigues besando? – preguntó divertida

–Porque ya estuve mucho tiempo sin poder besar tus labios y un poco de lágrimas no me lo impedirán ahora – respondió causando la risa de la Amazona

–Ow, eso es lo más extrañamente romántico que alguien me ha dicho

–No creo que alguien que no soy yo te haya dicho algo romántico alguna vez, cielo – habló Mera viéndola fijamente

En leve rubor invadió las mejillas de Diana causando que Mera soltara una risita

– ¿Cómo es que estas tan segura? – se burló la Amazona intentando poner celosa a la Xebeliana

Mera simplemente enarcó una ceja y la vio juguetonamente

–Mejor vamos a dormir, que en unas horas tendremos que enfrentarnos a nuestros padres – habló la menor dejando un último beso en los labios de Diana para luego volver a recostarse en la cama

– ¿Realmente tenemos que hacerlo? – se quejó la Amazona mientras se recostaba al lado de Mera

–Sabes que sí, no podemos pasar escondiéndonos de ellos toda la vida – sintió como un brazo rodeó su cintura protectoramente

–Claro que si podemos – se quejó Diana

–Si... pero no es el caso, ahora a dormir – la mayor bufo pero obedeció

Wonder Woman & MeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora