Capítulo 28

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DIANA POV

Mi madre y Artemis aparecen frente a nosotras, habíamos estado tan centradas en el libro que no nos habíamos dado cuenta de su llegada

–Madre, estábamos a punto de leer la historia de Perseo ¿quieres leerla con nosotras? – pregunto entusiasmada, mi sonrisa desaparece al ver la preocupación en el rostro de mi madre y en el de Artemis

–Diana, hija ¿de dónde has sacado ese libro? – pregunta mi madre ignorando por completo lo que le he dicho

–De esa puerta de allí – digo señalando la misma con mi dedo

– ¿Cómo lograste abrirla? – cuestiona mi madre

–Solo gire la manilla – dije extrañada – ¿Pasa algo?

Artemis y mi madre intercambian miradas extrañas, por lo que Mera y yo hacemos lo mismo viéndonos entre nosotras, el rostro de la pelirroja refleja que ella está igual de perdida que yo

–No, no te preocupes, no pasa nada, es solo que había estado buscando este libro durante mucho tiempo – dice Artemis un tanto insegura – ¿Me lo prestas? Quiero ver si han añadido más cosas a mi historia – pide la pelinegra, asiento levemente con la cabeza aun estando confundida

– ¿Quién escribe todo? – digo con suma curiosidad 

–Oh, nadie, es un libro hechizado, escribe automáticamente todo lo que pasa – dice Artemis a lo que mi madre le da una pequeña mirada, de alguna  manera Artemis entiende lo que esa mirada significa y se queda callada

– ¿Han estado aquí durante todo el día? – pregunta mi madre cambiando de tema

–Sí, desde que vimos a Artemis en la cocina junto a mi tía Antíope – respondo sencillamente

–Las chicas las han estado buscando durante todo el día, incluso me amarraron a un árbol porque pensaron que yo las había secuestrado – dice Artemis causando que mi madre, Mera y yo soltemos una gran carcajada

– ¿Cómo te soltaste? – le pregunta Mera a lo que Artemis sonríe y enarca una ceja con cierta arrogancia

–Fue simple, se distrajeron, me solté y luego las amarre al mismo árbol en el que me tenían "secuestrada" por así decirlo – explica viéndose las uñas de las manos demostrando cierta superioridad

–Pero Artemis ¿Cómo es que te amarraron en primer lugar? Tu nunca permitirías eso – le cuestiona mi madre causando que toda la arrogancia de Artemis desaparezca de sopetón

–Bueno... fui engañada y luego emboscada – dice rascándose la nuca con cierto nerviosismo

– ¿Hmm? – decimos todas con confusión

–Estaba comiéndome mi manzanita sentada a la orilla de la laguna, cuando de la nada apareció una Atlanteana hablándome sobre que nunca había probado el ADN de una Amazona-Semidiosa, fue extraño pero sonó muy convincente, por lo que accedí, luego me dijo que quería que fuera especial y empezó a guiarme a lo largo del bosque, cabe de resaltar que se perdió unas tantas veces porque no recordaba el camino – relata Artemis, a este punto las 3 estamos aguantándonos las ganas de reír

– ¿Y qué paso después? – pregunta mi madre queriendo saber mas

–Termine guiándola yo misma, al llegar me tapo los ojos con una manta y lo siguiente que supe fue que estaba amarrada en el árbol – finaliza y nosotras no aguantamos más y soltamos la carcajada que habíamos estado reteniendo

–Sí, sí, búrlense todo lo que quieran – bufa cruzándose de brazos

–Es que Artemis ¿Cómo te has dejado engañar de esa manera? – dice mi madre entre risas

Wonder Woman & MeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora