Wonder Woman & Mera

Capítulo 46

Los siguientes días de competencia fueron intensos, Diana había vuelto a subir al podio pero no había ganado el primer lugar otra vez, eso no le molestaba en lo absoluto, sabía que las demás se habían esforzado más que ella

Mera y las chicas habían improvisado una caminata con el fin de alejarse un poco del ruido que había por todos lados, el día de hoy sería la competencia de combate y sabían que sería duro

–Oigan, pero igual pelean contra una nada más, ¿no? – preguntó Tula

Las amazonas pararon en seco y la vieron con una ceja alzada

–De hecho, estamos todas peleando en la arena, una contra otra, no se sabe por dónde te atacaran ni con cuantas pelearas al mismo tiempo – respondió Gina soltando un suspiro pesado

–Pero ¿¡y si mueren!? Por Hera, no quiero que mueran – dijo Jenn con temor

– ¡Oye! – Se quejó Sasha – Se nota la fe que nos tienes, eh

–Oh, no, yo las amo, y sé que son luchadoras increíbles pero igual ¿tienen una idea de cuantas Amazonas estarán allí? ¡Miles! – exclamó con histeria

Mera al ver que sus amigas en lugar de ayudar a las Amazonas, las estaban poniendo más nerviosas, le dio un zape a Jenn y Tula causando las quejas de ellas – ¿Qué no ven que solo lo están empeorando? – les regaño

–Lo sentimos, es solo que nos preocupamos por ellas – habló Tula en voz baja

–Y lo apreciamos chicas, pero hemos competido cientos de veces antes, estaremos bien – intentó tranquilizarlas Morgan

–Entonces ¿Por qué están nerviosas? – preguntó Jenn

–Bueno, porque es la competencia más feroz y también la más importante, aquí es donde demostramos el por qué entrenamos tan duro todos los días, ganar una medalla de estas significa que todos los entrenamientos no han sido en vano, y que toda la sangre, sudor y lágrimas que hemos derramado por fin tendrán su recompensa – habló Lauren inspirando a todas

Las Xebelianas la observaban con los ojos brillosos llenos de inspiración y orgullo

–Y también porque no quiero que me pateen tanto el trasero, esas espadas son de verdad, y los cortes no se sienten como cosquillas, si ven mucha sangre no se vayan a espantar – habló Arya rompiendo el momento

–Uhg, ¡Arya! – se quejaron todas mientras empezaban a caminar de nuevo

– ¿¡Qué!? Hay que hablar con la verdad – se quejó al sentir un manotazo en el brazo por de parte de Sasha

Unos suaves quejidos llegaron a los oídos de todas causando que dejaran la pelea verbal que habían creado

– ¿Escuchan eso? – preguntó Mera entrecerrando los ojos

–Sí, suena como si alguien estuviera...

–Oh...

Se acercaron en silencio siguiendo el sonido, seguido de ello escucharon dos risitas demasiado conocidas, todas se vieron entre sí con la esperanza de que alguna reconociera las risas

–Oh Artemis, no sabía que podías hacer estas maravillas con las manos – la voz de Diana resonó por todo el lugar y todas abrieron los ojos de sopetón

–Y esto no es nada – alardeó la semidiosa

Mera sintió como todo el color desapareció de su rostro, sentía varias emociones mezcladas, pero ella sabía que Diana nunca la traicionaría, por lo que se armó de valor y en vez de armar suposiciones atravesó el arbusto