Wonder Woman & Mera

Capítulo 36

DIANA POV

La inmensa criatura hace caso omiso a mi grito y a decir verdad agradezco que así sea, ya que me da un poco más de tiempo para prepararme por lo que observo la cueva en todas las direcciones posibles en un intento de asegurarme que Mera no esté aquí y suspiro de alivio cuando me doy cuenta que así es

Se trataba de una quimera, yo nunca antes había visto una, pero sabía todo sobre ellas y lo peligrosas que podrían ser, los poderes que poseían de acuerdo a sus características, sobre todo las de su clase, aunque de este tipo se sabía solo llegaron a existir 3, de las cuales se pensaba habían desaparecido hace mucho tiempo, pero aquí estaba yo frente a una de ellas

Es posible que haya entrado mientras la barrera tenía la grieta ¿Cómo es posible que nadie se haya dado cuenta de esa criatura? ¿Cómo es que aún existen? se supone que todas fueron destruidas hace cientos de años

–Tengo que derrotarla antes de que Mera llegue o podría estar en peligro –pensaba mientras veía a la bestia un tanto horrorizada

Un casi inaudible quejido llega a mis oídos captando toda mi total atención, por el rabillo del ojo observo algo brillante, me acerco cautelosamente y cuando estoy lo suficientemente cerca no puedo evitar soltar un grito de horror

–Diana... ¿Qué haces aquí? vete – susurra una débil Gill

Niego con la cabeza e intento tomarla de la manera más gentil posible para no herirla más de lo que ya está

–Una Amazona jamás abandona a otra, no importa en que condición este

Una vaga sonrisa aparece en su rostro antes de escupir sangre y desmayarse en mis brazos, aprieto los dientes y siento una gran ola de ira pasar por mis venas

– ¿QUÉ LE HAS HECHO A GILL MALDITA BESTIA? – exploto con rabia

No podía subestimarla, desconocía si era la única en la isla, o si había más iguales a ella

A pesar de mis gritos, la quimera no se alerto, estaba concentrada desgarrando a una de las vacas que desaparecieron, guarde silencio para obsérvala mejor y poder evaluar la situación, no podía cometer errores necesitaba saber todo sobre ella, así que la miré en silencio unos segundos, y pude ver que poseía tres cabezas, la principal al igual que su cuerpo se trataba de un león, con unos ojos penetrantes que si los mirabas directos te llegaban a desgarrar el alma, de melena abundante y sobre su cabeza unos cuernos que median aproximadamente un metro y medio cada uno, puntiagudos, fuertes y duros como el acero, a la izquierda era un halcón, con un pico tan filoso que podría desgarrarte con un leve rose, pues poseía también la fuerza, rapidez y filo de sus garras, además, al graznar podía emitir un ruido aturdidor para el oponente, por otro lado a la derecha era un dragón, con todas sus cualidades, escupía fuego por la boca, sus escamas duras, imposible de penetrarlas con una espada, además compartía sus alas permitiéndole a la quimera volar, sin embargo en la cola había una serpiente, sus ojos pueden llegar a hipnotizar si los ves por mucho tiempo, además sus colmillos poseen el veneno más mortal de todas las serpientes el cual puede escupir o inyectar con una mordida, haciendo que quien lo toque muera a los pocos segundos

Una quimera como ella, tan peligrosa no sería un rival fácil, pero arriesgaría todo por Gill, quien aún seguía con vida pero con el pulso cada vez más débil, aprovecho que esta distraída para caminar hacia la salida de la cueva pero un rugido imponente me detiene

– ¡Oh, no! me ha visto, la quimera me ha visto – pienso mientras dejo de lado a Gill

La quimera se abalanza sobre mí y apenas me da tiempo de bloquear su ataque, no pierdo tiempo y comienzo a darles golpes en sus cabezas, pero pareciera que mis golpes apenas le hacen cosquillas