Capítulo 38

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DIANA POV

Mis músculos adoloridos se tensaron y luego se relajaron una vez que me sumergí en la fría agua del mar, me tome un momento para limpiar la sangre de mis heridas, ya que no quería llegar a Xebel toda ensangrentada

Una vez creí que estaba medio decente, me dispuse a nadar otra vez, no quería arriesgarme a que mi madre me encontrara antes y se rehusara a dejarme ir

Desafortunadamente supe que era demasiado tarde una vez me di cuenta que un lazo se había enroscado alrededor de mí y luego como si de un pez se tratase me sacaron del agua

Parpadee repetidas veces intentando quitar el agua de mis ojos y una vez lo logre observé a Anabell viéndome con una ceja alzada, no sabía que decir ni que hacer por lo que me limité a sonreírle de lado, ella rodó los ojos y luego me puso dentro del bote

–Mi madre te envió a buscarme, ¿no es así?

–Tiene a todas las Amazonas buscándote Diana – respondió

–Yo estoy bien, solo... prometo que volveré rápido, necesito ver a Mera

– ¿Es que acaso te has tomado un momento para ver el estado en el que te encuentras? – me cuestionó

–Por supuesto que sí...

–No mientas, Diana – me interrumpió – Estás sangrando, no entiendo cómo puedes decir que estas bien

Iba a refutar pero decidí no hacerlo al ver que ella tenía razón, en verdad estaba sangrando y mis heridas no eran tan leves como creí que eran

Mi vista se nubló y el aire me empezó a faltar cuando vi que podía ver el hueso de mi pierna, Anabell pareció darse cuenta e inmediatamente procedió a sacar su kit de emergencia, puso vendas en mis heridas para intentar que el sangrado parase pero era imposible

El ver tanta sangre estaba empezando a marearme, como pude me levante y corrí hacia la orilla del bote, saque la cabeza hacia el mar y vomité

Toda la adrenalina parecía haber salido de mi cuerpo y ahora estaba afrontando las consecuencias

Anabell sobaba mi espalda de manera reconfortante y una vez termine de vaciar mi estómago me ayudo a sentarme de nuevo, ella se alejó de mí y empezó a remar de regreso hacia la orilla

–Espera Anabell, no puedes... ¡Mera! Necesito ver a Mera, tengo que saber si está bien

– ¡No puedes ver a la princesa Xebeliana así Diana! – me regañó – te estas desangrando ¿entiendes la gravedad de esto?

Una vez llegamos a la orilla escuché los jadeos de sorpresa de las que estaban allí, seguido del grito de mi madre, quien me tomó en brazos para luego aparecer en el hospital de Themyscira

¿Cómo era que estábamos aquí? ¿No se suponía que estábamos a la orilla de la playa? ¿Es que mi madre se teletransportó?

Muy bien Diana, estas empezando a alucinar me dije a mi misma

Sentí como me despojaban de mi armadura y por pura curiosidad lleve mi vista hacia abajo... desearía no haberlo hecho debido a que en el segundo en que vi todo mi costado desgarrado me desmayé

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Desperté tiempo después, debido a que una molesta luz purpura se había filtrado entre mis parpados y había logrado quitarme el sueño

Una vez abrí bien mis ojos me di cuenta que estaba tendida en una enorme camilla y que la molesta luz, era en realidad un láser creado para sanar todo tipo de heridas y/o enfermedades

Wonder Woman & MeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora