Wonder Woman & Mera

Capítulo 31

Zeus sabía que estaba haciendo mal al no hablar de lo que estaba pasando con Hipólita, por lo que aprovechó que ya todo había quedado aclarado y se tele-transportó hacia Themiscyra

Encontró a la reina Amazona parada frente al balcón de su habitación observando hacia el mar

— Te estaba esperando — dijo Hipólita  al sentir la presencia de Zeus a sus espaldas

— Estaba intentando encontrarle una buena lógica a la visión del oráculo — respondió Zeus caminando hasta llegar a su lado

— Lo sé — dijo Hipólita mientras giraba para ver a Zeus, quien la vio con incógnita — Lo sé porque a mí también se me apareció 

— ¿Qué debemos de hacer? — preguntó el dios viendo a la madre de su hija

— No lo sé, pero no quiero perderla al igual que lo perdimos a el — dijo Hipólita con los ojos llorosos

Zeus no lo dudó ni un segundo y acuno a la reina Amazona entre sus brazos

— Sabes que no fue tu culpa el que nuestro hijo muriera, fue algo incontrolable — dijo el dios reconfortando a Hipólita

— Era tan solo un bebé, tanto Diana como Jason estaban saludables horas antes del parto, no comprendo que fue lo que salió mal — sollozo la Amazona en el pecho de Zeus

El dios recordaba como si hubiera sido ayer cuando Hipólita le dio la noticia de que no solo tendrían un hijo, sino dos. No se podía esperar menos ya que en la noche que fueron concebidos fue una noche de entrega, pasión y amor por parte de ambos, su objetivo esa noche había sido concebir un hijo y lograron concebir dos

Cuando el día del parto llegó Zeus estaba muy ansioso, su emoción fue enorme al recibir la noticia de que la primera en nacer había sido una hermosa niña, a quien nombraron Diana. Lastimosamente el corazón de ambos padres se rompió al saber que el hermano gemelo de Diana, Jason, había muerto en el parto

Por esa razón ambos se habían vuelto muy protectores con Diana, Hipólita creyó desfallecer cuando el Oráculo se les apareció una vez diciendo que su pequeña bebé sería la encargada de acabar con el dios traidor de Ares

La pequeña diosa apenas llevaba meses de vida y ellos no sabían si sería lo suficientemente poderosa como para poder derrotar al dios de la guerra

Hipólita y Zeus tuvieron una fuerte pelea con respecto a eso y es por ello que acordaron ocultarle a Diana su verdadero origen y eso incluía que Zeus no tuviera contacto con ella quedando así fuera de la vida de su hija

— Nuestra hija estará bien, solo debemos de pensar bien que debemos de hacer — dijo el dios luego de haber salido de sus recuerdos

—  ¿Crees que el amor que ambas sienten es el culpable de que estén tan distraídas? — preguntó Hipólita

— Me temo que si, por lo que nos hemos dado cuenta uno de los dones más grandes que posee nuestra hija es el amor, imagina cuanto amor ella debe de estar sintiendo por Mera en estos momentos, su centro y su prioridad son Mera y solamente Mera — dijo el dios aun con Hipólita en sus brazos

— Es por ello que no sé cómo es que el amor de ellas dos podría llegar a afectarles, ni siquiera son novias oficiales — le explicó Hipólita causando la risita de Zeus

— ¿Sabes que nuestra hija piensa que no sabes sobre su relación con Mera? — Hipólita simplemente asintió y rió de las palabras que había dicho Zeus

— Lo sé, pero a decir verdad creo que ni siquiera ellas saben que es lo que tienen — respondió la reina Amazona con una sonrisa

El sonido de un teléfono los interrumpió e Hipólita ya sabía de quien se trataba, salió de los brazos de Zeus y contestó la llamada