CAPITULO 4

24 1 0
                                    

—Las circunstancias lo obligaron a empezar de nuevo. — Leito Massa había visto horrores, pero a pesar de eso logró soltarse de su pasado y salir adelante en la vida; eso es algo que no cualquiera puede lograr.

—No dejaré que te lastime. — dijo. Estaba hablando con mi padrastro, pero yo sentía que lo estaba haciendo con un extraño. ¿Qué hubiera pasado si alguien hubiese adoptado a Leito? Seguramente se hubiera emancipando de todas formas. ¿Por qué? Porque él es fuerte e independiente, él luchó por olvidar todo su pasado y salir adelante solo. Siempre estuvo solo pero ahora yo estaré con él. El destino nos unió y si algún día tenemos que separarnos será el mismo destino quién lo haga, no mi padrastro o alguna otra persona, en la vida pasa lo que tiene que pasar.

—Él no quiere lastimarme. — Ese hombre a quién al principio creí un cretino me había hecho más feliz que nadie en toda mi vida.

—Tienes razón... tal vez sólo quiere acostarse contigo. — No pude creer que esas palabras salieran de su boca, fue como un puñetazo en la espalda.

—Si eso quisiera ya hubiera pasado. — le dije. Sabía que no tenía sentido, pero de alguna manera sentí que tenía que responderle.

—Los hombres tienen formas de embobar a los chicos adolescentes que no saben nada de la vida aún. antes de dar el paso definitivo. Primero los llevan a lugares de moda para mostrarles que tienen dinero y que podrían ser felices con ellos, luego siguen las cenas románticas y luego esos pequeños detalles que le gustan a los chicos. ¿Y luego qué? Sexo. Sólo sexo y nada más que sexo.

Salí de la cafetería. No podía creer que haya dicho eso, fueron los peores cinco minutos de mi vida. Supuse que, si iba al departamento de Leito, él no estaría ahí y tendría que esperarlo por horas hasta que saliera de su trabajo. En ese momento yo quería verlo pero no quería perder mis clases ya que mis estudios eran algo muy importante para mí. (No faltes a clases sólo por esto, ya se solucionará después, pensé)

Busqué un taxi para regresar a la escuela y me terminé gastando todo el dinero que tenía en mi billetera. Cuando llegué a la escuela Katy me llamó y acordamos vernos por los baños para hablar. Katy era una de mis mejores amigas y con ella podía desahogarme de cualquier cosa y me sentía seguro. (No es bueno guardarse las cosas, en absoluto) Necesitaba con urgencia hablar con alguien. Con Katy siempre lloraba como niña, no era igual que hablar con Carlos, Jenny, Dilan o Bradley, con ella era diferente.

—Y luego me dijo que sólo quiere tener sexo conmigo y que por eso me llevó a lugares de moda.-Le conté absolutamente todo a Katy, incluso los detalles más insignificantes.---Salí de la cafetería y busqué un taxi para regresar.

—No puedo creer que te haya dicho todo eso, un padre no debería decir esas cosas. — dijo antes de abrazarme.

—Confío en Leito, sé que él jamás me haría daño. — le dije. (Leito es una buena persona, es horrible que mi padrastro lo juzgué por lo que hicieron sus padres él también sufrió, él tuvo que callar por dos años y vivir con eso, pensé)

—Karim....-dijo Katy cuando me soltó-¿Estás seguro de que no va a lastimarte? Las cosas suenan un poco extrañas... parece que ha estado espiándote, la mayoría de las cosas que sabe de ti no se las has dicho tú. — (No puede ser. Lo que me faltaba: otra persona desconfiando, pensé)

—Sea lo que sea no va a hacerme daño, sé que todos tratan de cuidarme, pero no lo conocen y yo sí. — le dije. Ella suspiró.

— ¿Qué crees que te diga si regresas a casa?— me preguntó. ¡¡Maldición!! Me senté en el piso fuera del baño y me tapé la cara con las dos manos.

—No quiero volver. — le dije. ¿Qué se supone que debía hacer? Si regresaba me pondrían un maldito castigo y si no lo hacía mi padrastro iría a buscarme al departamento de Leito.

RVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora