CAPITULO 14

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Busqué dinero en el departamento y lo encontré en uno de los cajones de la cocina. Tomé un taxi a dos cuadras y volví a llamar a Leito para decirle sobre eso. No pasaron más de dos segundos hasta que Trisha abrió la puerta después de que yo toqué.

— ¿Karim? ¿Qué estás haciendo aquí? Creí que estabas de luto. — dijo al abrir la puerta.

—Vine a hablar contigo sobre lo que pasó. — le dije. Estaba decidido y no tenía miedo, si ella me tomó fotos y las anduvo compartiendo me tenía que devolver todo mi dinero.

— ¿Qué? ¿Qué te rescaté de morir de frío en un callejón?— dijo.

—Que me tomaste fotografías en ropa interior y las compartiste. — dije en voz alta.

—Novato. — dijo con tono engreído.

— ¡Devuélveme mi dinero, perra!— dije empujándola. Ella estaba en la puerta de su cuartucho y gracias a mi empujón se adentró y yo me adentré.

— ¿O qué?— dijo retándome. ¿En serio vas a retarme?

—O te haré lo mismo que tú a mí. — le dije decidido.

—No me amenaces. — dijo irritada.

—Pues lo hago. Si no me devuelves mi dinero antes de la media noche, mañana todo el mundo te verá no en ropa interior sino desnuda. — le dije.

—Es increíble lo que estás diciendo. — dijo incrédula.

—Créeme que soy capaz de eso y más. — le dije seguro. Lo que ella me hizo no fue nada justo, le di todo mi dinero y a ella no le importó y compartió las fotos que me tomó.

—No le tengo miedo a un puto huérfano. — me dijo.

—Ya verás lo que este puto huérfano puede hacer. — le dije antes de irme.

Leito llegó con pizza para cenar y además de eso me compró mis chocolates favoritos y un enorme ramo de rosas rojas. (Yo siempre eh amado la pizza).

—Por dios, Leito, esto es increíble. — dije abrazándolo. Me gustó mucho ese detalle de los chocolates, y sin duda las rosas me encantaron.

—Me encargaré de que cada minuto que estés aquí sea increíble. — dijo durante el abrazo.

— ¿Cómo me veo? Sentí que tenía que verme especial esta noche. — le pregunté cuándo el abrazo terminó y le modelé mi vestimenta.

—Me encanta tu ropa mi amor. Todo se te ve muy bien, sin duda resalta el color de tu piel. — dijo. Claro que él nunca ha sido el mejor a la hora de darme una respuesta sobre cómo me veo, pero lo amo infinitamente por todo lo demás, en lo que es el mejor.

—Ven aquí. — le dije. Lo tomé de la cara y lo acerqué a mí para besarlo. Luego de cenar comimos un postre de brownies con helado y le conté de lo que pasó cuando fui con Trisha. Vimos una película en lo que se daban las doce de la noche y cuándo llegó el tiempo regresamos a la casa de Trisha para darle una última oportunidad. Leito hackeo sus redes sociales y juntó varias fotografías de ella en ropa interior o desnuda en la cama con su novio. Se las mostramos y le dijimos que si no me devolvía mi dinero las publicaríamos en ese mismo momento. Ella terminó por aceptar devolvérmelo.

—Gracias por ayudarme, yo no sé hackear nada. — le dije a Leito cuando llegamos al departamento.

—Te enseñaré algún día. — dijo dirigiéndose a la cocina con una sonrisa.

—Vámonos a dormir, mañana tengo que ir a la escuela. — le dije caminando hacia la recámara.

— ¿Sabes cuándo regresará tu madrastra con Andrés?— me preguntó siguiéndome a la habitación. —En dos semanas. — le dije cuándo prendí la luz.

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