CAPITULO 5

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—Vine a hablar con usted, señor Kenneth. Dejemos que ahora yo hable y Karim simplemente observe. — dijo con su voz elegante. Un cincuenta por ciento de mí quería correr hacía él y arrancarle toda la ropa. En mi casa jamás podría hacer eso, y menos frente a mis padrastros.

—Kenneth........-le dijo Jessica cuando llegó a la escena.-Podemos hablar los tres. — ella estaba tan serena que no podía creer que supiera toda la historia de Leito. Mi padrastro obviamente ya le había contado cada detalle de lo que sabía sobre mi novio. Mi padrastro caminó hacia su estudio sin decir nada y Jessica lo siguió. Miré a Leito y no pude evitar sonreír tan bobamente que me sentí avergonzado de existir.

—Buena suerte, Amor. — le dije para que se olvidara de mi sonrisa estúpida.

—La tendré gracias!!. — dijo con esa voz de exceso de confianza que sólo él podría tener. Caminó hasta el estudio y entró tranquilamente, cuando la puerta se cerró de nuevo pude respirar tranquilo. Andrés estaba a mi lado.

— ¿Ese es tu novio?— preguntó.

— ¡Sí!-le dije sonriendo-¿Qué te parece?

—Muy guapo. — dijo.

—Lo es. De verdad lo es. — le dije.

— ¿Crees que mi padre lo golpee de nuevo?— preguntó.

—No es un idiota, esa vez se dejó golpear por mi papa solo porque Leito esta educado, pero ya hablamos y me prometió que no habrá manera de que mi papa le ponga otra mano encima— le dije. Miré hacía el estudio y deseé que Jessica tuviera las habilidades de controlar a Kenneth por si las cosas se salían al menos un poco de control. Estaba muy nervioso.

—Buena suerte con eso. — dijo Andres dejándome para regresar a la sala. Corrí hasta mi cuarto y empecé a empacar algunas cosas en una mochila. Si la charla no arreglaba nada y seguía teniendo prohibido salir con Leito me escaparía por la noche para ir a su departamento. Cuando terminé de empacar empecé a escribir en un pedazo de papel algunas palabras para Leito.

Regresé abajo justo a tiempo para ver como Leito salía del estudio con la cabeza en alto y tratando sin éxito de esconder una sonrisa. Lo miré esperando que me diera alguna pista sobre cómo habían quedado las cosas. Me hizo una seña para que me acercara y yo corrí hacia él y lo abracé fuerte.

—No importa como quedaron las cosas, yo siempre voy a ser tu novio. — le dije. Leito me apartó de su cuerpo con total tranquilidad.

—Las cosas quedaron bien, pero debo pedirte que al menos por esta noche no vayas a hacer una estupidez. — dijo. ¿Acaso puede leer mis pensamientos? ¿Cómo pudo saber que tengo planeado hacer algo estúpido esta noche?

— ¿Estás seguro de que las cosas quedaron bien?— le pregunté. No se veía feliz, no como yo esperaba que se viera si ganábamos.

—Absolutamente. — dijo. En ese momento escuché la puerta del estudio abrirse de nuevo.

—Leito ya tiene que irse. — dijo Jessica con total calma.

—No vayas a hacer nada estúpido. — me susurró Leito.

—Que descanses. — le dije. Me dio un beso en la mejilla y se fue.

----Claro que lo haré----

Como todo un niño bueno esperé hasta las tres de la mañana para llamar a Carlos y pedirle que me llevara al Gwo Lajan. No le prometí nada a Leito, por lo tanto no tenía que cumplir nada. ¿Para eso me dio la llave o no?

Abrí la puerta de su departamento y entré tratando de no hacer ruido, como todo estaba a oscuras busqué a tientas la habitación de Leito. Entré sin hacer ruido y dejé mi mochila junto a la cama, me quité los tenis y me metí lentamente entre las sabanas. Leito estaba volteado hacía el lado contrario, yo quería despertarlo, pero no quería que le diera un infarto si de repente me veía de pie frente a su cama, es por eso que preferí acostarme.

RVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora