El día en que me quieras ✘Jintae

Desearte.

Nos separamos en ese momento y se sintió mágico. Tus ojos brillaban derritiendo todas las barreras que había intentado construir todos estos meses. Siempre he sido y seré completamente tuyo.

Tus labios se veían apetitosos y me sentí valiente. Volví a acortar la distancia para probar aquellos deliciosos belfos que se estaban convirtiendo en mi nueva adoración. Tan suaves y dulces contra los míos, sentía que en cualquier momento me desmayaría.

Me recibiste con toda la dedicación y suspiré un poco entre el beso, me animé a mover mis labios y tú te moviste sobre los míos. Suspiré entre el beso ladeando la cabeza, me sentía sumamente embriagado sin haber bebido alcohol. Con el contacto de nuestros labios como una caricia, las emociones me sobrepasaban. Me aferré más a tus amplios hombros porque mis piernas habían perdido toda la fuerza.

Nos separamos y tu mirada sobre mi rostro me hizo enrojecer nuevamente, ya no sentía especial vergüenza pero no tenía suficiente. Me sonreiste cuando viste que lamí mis labios después del beso y yo estaba dispuesto a atacar tus labios de nuevo.

¿Esto es un sueño?

Es demasiado hermoso para ser verdad.

Pero me siento vivo como nunca lo había hecho, como si la sangre en mis venas fuera un elixir especial, algo súperhumano.

-Feliz año nuevo, TaeTae-. Me deseaste con una voz suave y yo me controle para no gritar en ese momento.

-Feliz año nuevo, hyung.-. Estaba dispuesto a saltarte encima en ese momento, te veías tan adorable de esa manera. Es todo, te besaría hasta la saciedad en ese momento.

Estaba un poco elevado después de todo lo acontecido y no puse mayor resistencia cuando me arrastraste hasta la sala donde me llene de abrazos y buenos deseos.

-¿Que significa esa sonrisa? ¿Pasó algo con Jin-hyung?-. Jimin se acercó a mí con una sonrisa juguetona. Una sonrisa cuadrada se reflejó en mi rostro.

-¿Algo? ¿Que podría haber pasado? -respondi complacido mordiendo levemente mi labio.

-Los labios de hyung estaban un poco hinchados cuando volvieron y tú tenías la expresión de idiota enamorado más grande que he visto. No disimulado ni un poco, ¿Me harás seguir exponiéndote?-. Me apretó las mejillas y ya no me cuestioné el hecho de que parecía como un libro abierto para Jimin.

-¡Feliz año nuevo!-grite complacido y mi grito fue secundado por todos con un brindis que hizo sonar nuestras copas. Tu mirada se posó un momento sobre la mía y con una pequeña sonrisa cómplice sabía que nada volvería a ser igual.

El amor había crecido y era tiempo de recolectar sus frutos.