Capitulo 23

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-Es que no me dejas hablar Natalia, y si no me dejas hablar no puedo decirte que para mi esto es lo que tu quieras, me encantaría que fuese una cita, si, pero no se si estas preparada para ello, por lo que he podido ver en tus ojos eres una chica muy insegura y supongo que es por situaciones de tu pasado, no quiero presionarte ni mucho menos- esta vez fui yo la caye.

No se de donde saque la fuerza de voluntad para hacerlo pero lo hice de la forma que me gustaria que ella me hubiese callado antes, besándola.

Un beso que la pillo muy de sopetón y al que no reaccionó al principio pero que luego lo siguió como si fuese el ultimo, como si me fuese a ir de allí enseguida, como si fuese algo que llevaba deseando mucho tiempo.

Y me separe a los pocos segundos de ella en busca del oxigeno que no encontraba pegada a su boca.

-Yo, lo, lo sien.to- dije a trozos. Dios mio que patética eres a veces Natalia, para una vez que llevas tu la iniciativa la cagas de esta manera, eres increíblemente idiota.

-No tienes que sentir nada cariño -me acarició la mejilla- se que tienes miedo. Un miedo que no puedes controlar. Pero creeme voy a hacer que olvides ese miedo, y lo voy a convertir en amor, te lo juro.

-Eres increíblemente comprensiva.

Esta vez fue ella la que se lanzó a mis labios, me aferre a sus caderas al mismo tiempo que ella lo hacía a mi cuello.

Emprendimos un viaje hacia la habitación sin separarnos, ni un solo centímetro.

Seguiamos aferradas una a la otra, completamente pegadas agarradas de la mano.

En un movimiento rápido se soltó de mi y se abalanzó en la cama para abrirla y acercarse hacia mi de nuevo en un tiempo record.

Se aferró a mi y me volvió a besar, estaba demasiado entregada pero yo no podía continuar.

-Para, para- pero ella seguia - ¡Para joder! - grite apartandola de mi.

-¿Se puede saber que coño te pasa? - rebatió.

-Yo...- unas lágrimas brotaron de mis ojos- yo... - no podía seguir- lo siento.. -me deslice por la pared.

Acabe echa una bolita en el suelo, con las piernas flexionadas y la cabeza apoyada en ella sosteniendome con las manos la cara.

Nadie me había visto llorar, nunca, salvo mis mejores amigos, y ni siquiera ellos, solo María y Miki.

Me seque las lágrimas y me incorpore ante la tenta mirada de Alba.

-¿Estas mejor? - pregunto con miedo.

-Debería irme.

Y sin nada más que decir, cojo mis cosas y me fui, literalmente, sali corriendo de aquella casa.

Corrí tanto que ni siquiera me di cuenta cuando empezó a llover.

Podía tener más mala suerte, verano y lloviendo.

El mundo definitivamente hoy iba en mi contra.

Llegue a casa y solo estaba África.

-¿Que tal la comida Natinat? - pregunto.

Pero yo solo subí a mi habitación encerrandome antes de que África, que iba detrás mío, se metiese también en la habitación.

-Natinat por favor ábreme la puerta- pidió al otro lado de la puerta.

Al ver que no contestaba siguió insistiendo, pero yo estaba empezando a hiperventilar y ni siquiera podía contestarle.

-Nati,¿estas bie...

Y me caí al suelo sin acabar lo que mi prima me estaba preguntando, sin poder abrir la puerta de la habitación.

Simplemente noté como mi cuerpo se relajaba, los ojos me pesaban y un golpe en la cabeza

•Narra Afri•
-¡Nat!¡Nat!¿Estas bien?- le daba palmaditas en los monfletes pero aún así no reaccionaba.
-Nat dime que estas bien, porfavor, Nat.

Se acababa de estampar contra la mesilla de noche
Y no reaccionaba.

La Quiero Con Locura 😍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora