ʚ Una Mirada Más ; chenmin ɞ

4

"¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?"

-Bonitos lentes, chico que no sabe si en realidad es real -MinSeok elevó la mirada hacia la persona que le hablaba, y era el guapo castaño de sonrisa gatuna.

El pelinegro se encontraba detrás de la cafetería, en donde había un pequeño arbusto que le daba sombra y refugio de estar a la vista de los demás estudiantes, pero por alguna razón JongDae lo había encontrado; y eso le aterraba.

-MinSeok, me llamo MinSeok -fue casi un susurro lo que le dijo, lo suficientemente audible para el contrario -y no tengo ni la menor idea de cómo me encontraste.

-Según tú, eres invisible; lastima que en esta mundana secundaria no funcione la capa de invisibilidad.

El de ojos color jade sonrió de una manera leve, le encantaba que le hablen de esa forma; de una forma en la que él y la otra persona puedan entender. Se hizo a un lado y el castaño se sentó junto a él, con un poco de distancia para no incomodar al chico bonito.

—Me gustan tus ojos —le dijo JongDae con calma, sin darse cuenta que ese simple comentario hacía que todo el organismo del contrario se removiera —son bonitos. Nunca vistos antes. Tienen magia y gracia sin quitarle lo misteriosos.

—No son la gran cosa, para ser sincero. Creo que ni se notan cuando me pongo los lentes.

Estaba mintiendo. Él sabía que sí se notaban pero no le gustaba admitirlo. Así le parecía bien, esconderse para no ser buscado. Evitar hablar para nunca ser escuchado, le gustaba así.

Todo bien hasta que apareció él, de la nada.

—Siempre sonríes en la clase de literatura —afirmó el de sonrisa gatuna —no sonríes en otras clases; nadie lo hace. Pero tú sonrisa dura todo el tiempo, mientras hablan de los escritores, mientras dejan tarea, mientras empezamos a trabajar. ¿Tanto te gusta la literatura?

—¿Tanto te gusta respirar?

—Eso no es justo. —le resopló el castaño que puso entre ellos dos una bolsa de galletas — Vivo de eso.

—Yo también vivo de eso, estamos igual.

El timbre de final del receso sonó y los dos tuvieron que terminar con su improvisada conversación, algo que a MinSeok le alivió.

—¡Hey espera! —JongDae corrió hasta poder alcanzarlo —una de las muchas preguntas que te quiero hacer, ¿qué pasa cuando uno se enamora?

Qué buena pregunta, es una lastima que no pueda responderla quería decirle, pero no pudo.

—Bueno, hay muchas definiciones, ¿quieres la versión cursi o la científica?

—Creo que a mi vida le hace falta la emoción de lo que no es real, con solo preguntarte sobre el enamorarse ya la hace interesante —MinSeok lo miró confundido, tratando de descifrar lo dicho por su acompañante — definición cursi, si se puede.

—Pienso yo, que el enamorarse es como cerrar los ojos —comenzó diciendo mientras caminaban por el largo pasillo de la secundaria —es como tirarse al vacío sin ver, esperando a caer en una superficie suave y blanda. También es como leer un libro sin título ni una trama en específico.

Llegaron hasta la clase del castaño, y ninguno de los dos quería tomar su propio camino.

—En conclusión, enamorarse es como... —iba a proseguir pero el contrario lo interrumpió.

—Es como mirarte a los ojos e intentar no perderte en ellos, sabiendo que al fin y al cabo terminarás; no lo sé, hundido. Porque tu mirada es profunda, supongo.

Estaba por entrar a su clase conformándose con la respuesta de una pregunta tonta que se le ocurrió para no dejar de hablar con Min, pero él se lo impidió.

—En realidad, es como buscarle un final a tus labios. Arriesgarse a tenerlo todo, o perderse en el intento.

°•[🌻]•°

Cuando el sol se apague, cuando los ríos queden vacíos de peces, cuando yo te interese.

JongDae había llegado a la conclusión de hablar de la persona que te gusta a tus amigos era una de las peores ideas de todo el mundo. En serio, que idiota.

Pero ni siquiera era su culpa. BaekHyun al verlo tan desconcertado y con una sonrisa boba en su rostro le preguntó que le pasaba, y él no respondió.

Algo que para el pequeño entrometido significaba una sola cosa, su amigo JongDae estaba enamorado.

Así que le obligó contarle absolutamente todo —en realidad no todo, porque no todo era cierto— le contó que le gustaba una persona, pero que solo era un interés estúpido y pasajero.

Le dijo que le gustaba sus ojos, no le contó que se había perdido en ellos.

Le habló de lo bonito que hablaba, no de cómo es que había terminado perdido en sus labios.

No le dijo de que la persona que le gustaba probablemente nunca se fijaría en él.

Nota de la escritora(?
A

ntes que nada, la demora en actualizar ha sido super larga y me perdono, pero ya les traje ChenMin bonito uwu.
Sigan leyendo y votando porque eso es lindo y porque los re quiero.