-¿En verdad eres hijo de los Kim?
Kim DongYoung a los dieciséis años de edad ya se había acostumbrado a esa pregunta que venía acompañándolo desde el primer momento que ingresó a su hogar, acostumbrado a varios tipos de comentarios, unos que venían con cariño y algunos otros con malicia.
-Sí, como hace diez años -la periodista desvío la mirada haciendo una "o" con la boca -; y si me permite tengo clases en este momento, voy a llegar tarde.
Salió entre empujones provocados por varios otros periodistas del automóvil, al llegar a la entrada no pudieron hacer más, estaba a salvo.
Aún recuerda como si fuera ayer como a los seis años había sido adoptado por quienes ahora son sus padres.
El día de su adopción no fue un día distinto a los demás en un principio. Días previos habían comentado que una pareja muy amorosa iría al orfanato Heaven por una niña. Al parecer habían sido muy específicos en eso así que las niñas fueron las únicas emocionadas, se ponían sus mejores vestidos y peinadas mejor que nunca antes. No sé sintió tan mal, por lo general las parejas no querían niños callados que disfrutasen del silencio como lo era DongYoung, preferían niños y niñas que fuesen extrovertidos y les hicieran reír todo el tiempo.
Aquella pareja no pasó por alto, fue tanta la emoción que al final todos sus compañeros trataron de impresionar a los señores Kim; ambos asustados ante el repentino entusiasmo se dieron un descanso en el gran comedor donde encontraron a Dong.
Empezaron a hablar de cosas muy triviales, el pequeño de seis años les dijo que amaba leer y que prefería las bebidas no tan dulces como el café. En ese momento sintió una cálida sensación familiar y se sintió mal por aquello; esa pareja de seguro solo estaba siendo amable y él ya se había sentido bien. Cuando salieron del orfanato DongYoung se convenció a sí mismo de que en unos días se llevarían a una de sus compañeras y los recordaría como otras personas más que no lo escogieron.
Pasada una semana exactamente la encargada le dijo al pequeño de sonrisa adorable que Kim JongDae y Kim MinSeok lo habían escogido a él y que irían a recogerlo el 29 de abril, esta vez si fueron muy específicos.
Y obviamente, como cualquier otro niño huérfano imaginó que tendría una vida normal y sin mayores preocupaciones que ir al colegio y encontrar nuevos amigos.
Equivocado, estaba muy equivocado.
Bien sabía que uno de sus padres era alguien reconocido, no puedes pasar desapercibido a Kim JongDae cuando lo ves en el supermercado o comprando una pizza, un apuesto escritor joven que obtuvo la fama un año antes de salir de la secundaria por unos poemas para un concurso; pero su papá Minnie, él era diferente.
Invitaciones a ópera, exposiciones en galerías de arte, algunas charlas importantes de empresas, tardes en la cafetería de prestigio que tenían ambos, ¡Incluso estuvo en la alfombra roja! Y a todos lados dónde iba Minnie estaba DongYoung, quizás un poco nervioso y vestido como un muñequito, inquieto por ver todo lo que estaba a su alrededor y al mismo tiempo sin querer moverse por miedo a arruinar las prendas.
Y cada vez que alguien le preguntaba por aquel niño con sonrisa de conejo a Minnie este respondía con el mismo orgullo de siempre; él es mi hijo.
Y con su padre Dae tampoco se quedaba atrás, aunque no fueran muchas las salidas que tuvieron ambos si que fueron las de mayor escala; Japón o Europa, la mayor parte del tiempo por firmas de autógrafos en librerías reconocidas o dando unas charlas sobre a lo que se dedicaba, y fue en esas salidas en donde descubrió algo importante; amaba cantar.
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ʚ Una Mirada Más ; chenmin ɞ
أدب الهواة˗ ˏˋ En donde JongDae vio pasar al amor de su vida por delante de sus ojos una vez, y muchas más. Y en donde MinSeok, acostumbrado a no ser el centro de atención, consejero amoroso, se ve enredado en las constantes miradas de JongDae. ˎˊ - ᨳ᭬ Histor...