1

1.4K 160 33
                                    

JongDae no era precisamente un adolescente popular.

Los estudiantes lo conocían bien, sabían cómo era con sus amigos y su peculiar sentido del humor. Pero había algo que no lo hacía popular. Libros, su obsesión a los libros.

Todo eso comenzó a los doce años, cuando por una simple recomendación se adentró al primer libro de Rick Riordan y sus maravillosos libros de Percy Jackson. Ahí empezó todo.

Como cualquier otro adolescente él creyó que su vida estaría llena de fiestas, alcohol, amigos locos y muchas personas como pretendientes; pero no. No todo es como suele planearse.

Al único chico loco que conoció fue a BaekHyun, otro obsesionado por los libros que le recomendó —y prestó— mucho más de los que ya tenía pendientes. Le entendía muy bien porque siempre tenía un tema de conversación, su voz era delicada, pausada y agradable y, le gustaba cantar.

A JongDae no le gustaba cantar, pero encantado escuchaba a su amigo cada vez que este lo hacía. Su voz era angelical, aunque no siempre.

Y así fue como pasó toda su adolescencia; entre bibliotecas, cafeterías y melodiosas canciones.

Ahora, a los diecisiete años tenía un cuarto que en ves de paredes tenía estantes de libros y un camarote en donde sólo dormía él porque hermanos menores no tenía.

Y en este momento estaba en la cafetería de una de las secundarias más prestigiosas de Seúl, contando los minutos para que su escritor favorito se digne a publicar un nuevo libro de una nueva saga.

—Tenemos cinco horas, treinta y siete minutos con cuarenta segundos. Ahora cuarenta y uno.

BaekHyun, ChanYeol, y LuHan estaban igual de emocionados que él, comiendo lo poco que quedaba de su almuerzo.

—¿Es enserio esto tan importante? —una mala pregunta por parte del más alto.

—¡Claro que lo es! —reprochó el chino con los rasgos afinados —amigo, estamos hablando de Rick Riordan. El ser más malvado de todo el universo pero que por dentro tiene un gran corazón, uno de escritor.

Los cuatro adolescentes suspiraron y volvieron a lo suyo, comer.

A lo lejos, JongDae pudo ver a KyungSoo. Estaba a lo lejos con su novio JongIn hablando animadamente sobre quién sabe qué. Antes Kyung pasaba los recreos con ellos, pero luego apareció JongIn y lo conquistó al instante. Y no, no es que se lleven mal ahora; simplemente tener novio era algo más agobiador. O eso suponían.

Fue entonces que sus pensamientos volvieron a jugarle mal. Se recordó de él.

Aún no se le quitaba de la mente a ese chico del autobús, el de la bufanda de Gryffindor.

Estaba en la misma secundaria, de eso se  aseguraba, pero ¿por qué nunca antes lo había visto?

La idea de volver a verlo revoloteaba en su cabeza. Quería saber quién era. Quería escuchar su voz. Quería...

Saber de su existencia.







Vale, hola.
Sinceramente no sé si están leyendo esto, pero si es que es así, muchas gracias uwu.
Esto está en proceso, así que cualquier consulta cosa que esté mal  pueden avisarlo.

Muchas gracias por leer este capricho mío.


ʚ Una Mirada Más ; chenmin ɞDonde viven las historias. Descúbrelo ahora