«Sinceramente, no quiero verlos a la cara. A ninguno de ustedes. Aunque suene muy cruel, hace semanas he estado sintiendo esto: no quiero almorzar en la misma mesa que mis hermanos, o verlos en el pasillo de camino al baño. Me siento tan molesto que no es fácil manifestarlo. Me gustaría que las personas entendiesen al instante cómo me siento y que supieran lidiar con eso, pero las cosas no son tan sencillas. Por eso escribo esta carta.
Odio haber venido a esta ciudad y odio que hayan tomado esta decisión por mí.
A veces me gustaría tener el poder de olvidar los momentos malos y guardar solo los buenos por más pocos que fueran. Amaría poder dejar atrás los golpes y el fuego. Me gustaría poder perdonar a las personas que no hicieron nada al respecto, pero parece ser imposible. Es algo que se queda conmigo todo el tiempo, como una sombra que me susurra tras la espalda. Cuando pienso que al fin se ha ido, no es así, está allí torturándome. No he querido decirlo, quizá porque todos están esforzándose por estancar esa época en el pasado. Y luce como si fuese el único que no puede hacerlo, y es frustrante.
«Papá» me golpeaba todas las mañanas y tardes. Después de la escuela, asegurándose de hacer moretones en donde nadie podría verlos. Y si alguien lo hubiese hecho, ¿por qué harían algo al respecto? ¿Quién desafiaría al poderoso Enji? Estaba completamente solo. Me sentía rechazado incluso por mi propia familia y simplemente no puedo olvidarlo. Solo quisiera borrarlo de mi mente, pero es tan difícil.
Veía a mamá en los pasillos y ella tenía mucho miedo, su mirada lo decía. Aún si apenas compartía dos palabras con esa persona al día, me prometí protegerla. Pensé que así ella me querría y me visitaría más seguido. Sin embargo, más tarde descubrí que tenía miedo de mí. Cuando yo creciera, pareciéndome cada vez más a ese hombre, también me convertiría en su enemigo.
Recuerdo días buscando escondite en los armarios, intentando pasar desapercibido en la casa. Papá siempre me encontraba, mamá me oía a lo lejos buscando paz en el jardín y mis hermanos apenas de aparecían. Pero después de todo, ¿quién querría pasar tiempo en una casa como esa? Ellos solo venían por unos momentos para que el hombre no se molestara y luego se excusaban con sus estudios. A veces deseaba tener su edad, lucían más libres de lo que yo era.
Quería crecer rápidamente. No tenía amigos o juguetes, durante el jardín de niños era el extraño y rico tipo con el que no debían meterse. No tengo recuerdos de días bonitos. Yo tenía cuatro años, mucho tiempo después pensé que no debía haber pasado por todo eso. Y sin embargo, seguía en mi cabeza siendo un completo estorbo. Me da miedo ver a los demás a los ojos, me dan asco mis cicatrices y él siempre está ahí, en mis sueños. Él pensaba que me amaba y que hacía lo mejor para mí; pero su amor no era amor. Eso no podía ser amor. No quiero esto que me acompaña a todas partes, pero no sé cómo quitarlo. Llegar a esta ciudad no fue de ayuda, pero no quería decirlo. No quería ser un estorbo para nadie.
Después de todo, ellos son sus padres. Pero definitivamente no son los míos.
Mamá me encerró en un armario antes de iniciar el incendio, porque yo formaba parte de la pesadilla con la que quería acabar. Papá me salvó, pero eso no borra los recuerdos y el rencor. Además...
Me gustaría que jamás me hubiese sacado del fuego».
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Strawberry kiss » TodoDeku.
Fiksi PenggemarIzuku debe convertirse en la luz del niño de ojos tristes en el otro vecindario. • Omegaverse. • Mucho fluff. Drama. • No existen las especialidades. • Historia larga.