Primero que nada mis disculpas por no haber escrito antes, pasa que la carrera que estoy estudiando (Derecho) me absorbe demasiado. este fin de semana me puse a leer los pocos comentarios que tenía y ver que varias habian votado tanto por la historia como por el capítulo anterior y me dije: "debes darte tiempo y subir más seguido". asi que acá estoy con el capítulo 2. si llega a tener buena aceptación, creo que entre miércoles y jueves subiría el siguiente ¡cariños!
Capítulo 2:
- Nuestra historia comenzó cuando apenas había cumplido los 19 años - Madison ve lo tan concentrada que estaba Annie y sonríe como una niña – mi familia nunca fue adinerada, pero mis padres se habían esforzado para regalarme un viaje para mi cumpleaños.
- mami, ¿y para donde era el viaje?
- Grecia – Annie se encogió de hombros confundida, miró a Madison con una cara interrogante y le preguntó:
- ¿Donde queda Grecia mamá?
- Grecia se encuentra en Europa hija. Pero ese es un dato irrelevante para el desenlace de la historia.
El viaje constaba de un mes de estadía en una de las islas de Grecia, Santorini, fui completamente sola, mis amigas con las que habíamos planificado el viaje desde el principio, a último momento desistieron, no sabría decir si por el dinero, o el permiso de sus padres.
La primera semana allí, visité lo más que pude, recorrí los acantilados, las maravillosas playas, algunos museos arqueológicos, en fin, todo lo que llamara mi atención.
El viernes de esa primera semana –Madison hizo una pausa, vio que su hija seguía metida en la historia que ella le contaba y continuó- todavía recuerdo ese viernes, hacía mucho frio y necesitaba tomarme un café, entré a una cafetería, y pedí uno, mientras esperaba, veía a las afueras del local, comenzaba a llover y no había llevado paraguas, estaba tan sumida viendo la hermosa vista del local, cuando un chico se tropezó con mi bolso y derramó su café en mi blusa, levanté de a poco mi vista y me encontré con unos hermosos ojos azules.
- ¿ese es papá no?
- si Annie, ese era tu papá.
- sigue – la pequeña se movió un poco en la cama, dejando a poody, su peluche favorito en el suelo.
- El chico, hasta ahora desconocido, me pidió disculpas, se sentó al lado mío y empezamos a conversar. Una cosa llevó a otra y bastaron dos horas para saber casi todo del otro, supe que se llamaba Darren Blake, que vivía en Inglaterra, pero que estaba de viaje en Grecia, al igual que yo.
Pasé las tres mejores semanas de mi vida junto a Darren, era el chico perfecto, se que era poco tiempo, pero creo que nos habíamos enamorado, paseábamos por las hermosas playas de Santorini, caminábamos tomados de la mano bajo la luz de la luna, íbamos a bibliotecas y nos recomendábamos libros mutuamente, me tenía apodada como su princesa, y aunque al principio odié el apodo, a fin de cuenta lo terminé queriendo. Nunca había sentido algo así por un chico, pero el era la excepción.
- ¿Y qué pasó después mami?
- Madison miró hacia un lado de la habitación, comenzó a recordar lo que había ocurrido tiempo después de aquellas tres semanas, su corazón se apretó al recordar.
- Bueno, luego de haber pasado esas tres semanas con Darren, se venía nuestra despedida, ninguno de los dos quería, él me había invitado a pasar el resto de las vacaciones en su casa en Inglaterra, mis padres al principio se opusieron, pero luego vieron las buenas intenciones del chico y me dejaron, todo iba bien hasta allí. Cuando llegamos a Londres, me quedé anonadada, pensaba que su casa sería como cualquier otra, pero no, Darren me había llevado a una casa, con características similares a la de una mansión, salió un tipo, creo que se llamaba Tom a recibirlo, en realidad no entendía nada, todos los empleados hablaban de Darren como si fuera alguien importante, y por supuesto me miraban raro.
- “Que ocurre Darren” fue lo primero que le dije, él con una dulce y sincera sonrisa me explicó que era uno de los hijos de un gran diplomático Inglés, y que su futuro era tan prometedor como el de su padre, en ese momento me quería morir, en realidad lo amaba, pero me sentía muy inferior a él, sentía que no era nadie en comparación con toda esa gente, gente que pertenecía a otro estatus social.
- No le di mucha importancia a eso, con Dan, su padre y Elena congeniamos de inmediato, eran dos personas sumamente adorables, en fin, vivía como en un cuento de hadas, Darren cada día hacía que me enamorara más de él, Elena era como mi segunda madre, quería mucho a esa familia.
- Pero todo no era tan perfecto como lo aparentaba, alcancé a vivir con Darren durante cuatro meses, los mejores de mi vida, todo cambio luego de esos cuatro meses, Tom me abrió los ojos, Darren necesitaba una mujer de su altura, alguien con clase, que hubiera nacido en el mundo de las diplomacias, y definitivamente yo no era esa mujer, apenas tenía 19 años, y ni siquiera sabía que quería ser en mi futuro, me hizo ver que él podría tener a las mujeres que quisiera, y en definitiva, eso me deprimió, y para no seguir sufriendo más de lo que lo hacía, para no seguir con mis inseguridades decidí irme, yo no estaba a su altura, tu papá no pasaba la mayoría del tiempo conmigo, sé que me amaba, pero su prioridad siempre tendría que ser el pueblo de Inglaterra, las siguientes elecciones parlamentarias, ganar votos etc.
-Así que un miércoles, mientras todos dormían, Tom me ayudo a irme, a dejar a Darren, si hubiera hecho todo yo sola, no hubiera podido, era de madrugada, me levante, miré como él dormía a mi lado. Estire mi lado de la cama y dejé una carta, era lo menos que podía hacer luego de haber vivido los mejores cuatro meses de mi vida.
- Y sí, lo dejé, salí y nunca más volví. Luego de haberme ido, decidí cambiar de aires y venirme hasta acá, a New York, sin saber que estaba esperando a la persona más linda del mundo.
- Y luego de ocho meses naciste tu Annie, una pequeñita, que apenas cabía en una cajita de zapatos. Darren nunca se enteró que tenía una hija, decidí que él rehiciera su vida, ya mucho peso tenía sobre sus hombros.
Madison terminó de contar la historia, a Annie se le transformó la carita, nunca había escuchado la historia de amor de sus padres, como su madre había conocido a su padre, tampoco conocía el nombre de su papá, recién se venía enterando que se llamaba Darren Blake y que era un diplomático Inglés. Definitivamente Annie quedó impactada.

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Our love story
RomansaA la tierna edad de seis años, Madison Pearson ya deseaba vivir el cuento de una princesa, esa historia donde al final de la tormenta el príncipe siempre estaría luchando por ella, amándola. Con el paso de los años, ella comprendió que la sociedad...