Gracias por haber esperado esta semana. En multimedia dejaré una imagen de la expresión de Darren cuando vio que con su madre se encontraba Madison. calculo que el día jueves subiré el capítulo siguiente. gracias por sus votos y comentarios, esos hacen mi día. <3
Capítulo 6.
Darren se tensó, ¿la chica que estaba parada al lado de su madre era Madison?, en cierto modo se le parecía mucho, misma estatura, mismo color de cabello, pero sobro todo, mismos ojos. Apretó aún más fuerte la mano de Amber y besó en la mejilla a su madre.
- ¡Qué bueno que ya hayas llegado hijo! – Elena lo abrazó, y sigilosamente le susurró en el oído -Es Madison hijo-, se acercó a Amber y también la besó en la mejilla, - Amber cariño, menos mal que me has traído a mí pequeño- ambas mujeres rieron.
- Me alegro de verte Elena– Amber saludo a Elena y luego volteó a ver a Madison - ¿disculpa, cómo te llamas?-
- Mi nombre es Madison, un gusto– ambas se saludaron de la mano, Darren al ver que en realidad era Madison, su querida Maddie se tensó aún más.
- ¿Qué haces aquí? – gesticuló Darren apretando su mandíbula, se le notaba la rabia contenida, y no es para menos, no había sabido nada de esa chica por mucho tiempo. Luego de soltar de la mano a Amber y acercarse a paso rápido hasta ella, Elena se interpuso, lo que menos quería era que ambos se colocaran a discutir delante de Amber y por sobre todo delante de la pequeña Annie. Por otro lado, Amber no entendía nada, ¿por qué Darren se comportaba de esa manera?
- Lo siento tanto Darren, no tenía pensado volver a verte, pero realmente necesito hablar contigo sobre algo importante.
- Amber, ¿Por qué no entramos y me cuentas cómo les fue? – Elena tomó a Amber de la mano, como también tomo de la mano a Annie y se las llevó hacia dentro de la casa.
- Y bien, ¿es que tan importante para que hayas vuelto? – Darren se sentó donde antes Elena se encontraba y prosiguió -¿sabes cuánto daño me hiciste cuando te marchaste? ¿Lo sabes?- ya de los ojos de Darren saltaban unas cuantas lágrimas, al ver que Madison no contestaba a su pregunta se molestó aún más - ¡responde por la mierda!
- Lo siento Darren yo, no sé cómo explicártelo – también de sus ojos salían lágrimas – tomar esa decisión me costó mucho, no te dejé porque hubiera querido, si no que pasaron muchas cosas en ese tiempo, ¡tenía apenas 19 años, no sabía que hacer con mi vida, era tan estúpida! No se como dejé que pequeños comentarios despectivos hacia mi persona me afectaran hasta tal punto de abandonarte, en ese entonces yo no era nadie importante, comparada a la gente a la que frecuentabas, yo parecía cualquier cosa, y eso me deprimía muchísimo. No te abandoné porque quisiera, yo quería que fueras feliz Darren, con alguien que se manejara en tu mundo, y yo no era esa persona.
- Madison se acercó a él y le limpió las lágrimas – entiéndeme por favor, sé que fui demasiado estúpida como para dejar a la persona que amaba, y sé que en estos mismos momentos me debes odiar, y te comprendo, enserio, ¡no sabes cuantas noches lloré por la estúpida decisión que había tomado!
- ¡Y tú no sabes cuanta falta me hiciste Madison!, luego de que te marchaste me diagnosticaron depresión, ¿lo sabias?, pasaba tardes y noches pensando por qué me habías dejado, que había hecho mal, para que te marcharas, pensé que no me amabas, que me engañabas, hasta llegué a pensar en mis peores momentos que tu me habías utilizado.
- ¿Enserio creíste todo eso? – Madison pegó una risotada seca, ¿creíste que te utilizaba? ¡por Dios Darren!
- Sí, fue doloroso, mi madre era la única que sabía lo que realmente pasaba en mi corazón, era la persona que soportaba mis ataques de rabia, mis llantos y mis episodios de insomnio te maldije una y otra vez, maldije el momento en que te había conocido, maldije haber ido de vacaciones a Grecia de tantos países a los que tenía las posibilidades de visitar, me sentía un completo idiota que había perdido a lo más importante de su vida – Darren comenzó a calmarse, se paró del asiento y miró distraído en dirección hacia el hermoso jardín que se encontraba a su alrededor - Y ahora luego de tanto tiempo, te miro y pienso ¿qué hice mal? ¿por qué no luchaste por lo que teníamos?, pero ya son preguntas que no se responderán, y créeme, estoy bien con eso, mi vida está volviendo a su rumbo, realmente no sé por qué apareciste nuevamente, yo ya di vuelta la página, me costó, pero lo hice.
- ¿Darren? – Obtuvo la atención de este y siguió- no vine a hablar sobre la relación que manteníamos en el pasado, ni tampoco sobre mis motivos por dejar este lugar, vine a hablar de algo importante, algo realmente grande.
- Bueno, ¿entonces por qué has vuelto? ¿qué es lo tan importante que debes contarme?
-No es algo fácil de decir, tal vez me odies, y yo ahora mismo me odio por haberte ocultado por tanto tiempo esto, enserio, pero….
- ¡Habla de una vez Madison!, odio que des tantas vueltas al asunto.
- Tengo una hija, bueno, en realidad tenemos – a Darren la cara se le desfiguró completamente, ¿una hija? ¿Con Madison tenían una hija?
- ¿Qué? Creo que no te escuché bien, ¿Qué acabas de decir?
- Escuchaste bien Darren, cuando me fui, no lo sabía, llegué a Nueva york a reiniciar mi vida, quería olvidarte, pero luego me enteré que estaba embarazada de tres semanas, no tenía a nadie, estaba sola, y mi orgullo me impidió volver donde ti, me impidió decirte que cometí un error dejándote, pero bueno, así es la vida, con mi hija nos las arreglamos solas, tenía todo bien, hasta hace unas semanas, donde Annie me rogaba que le mostrara a su papá, ella quiere conocerte Darren, y espero que se lleven bien, realmente lo siento por no decirte antes, pero ella enserio quiere saber de ti, quiere tener un padre y eso no se lo puedo negar.
¿Annie?, ¿se llama Annie?, o sea es la pequeña que nos encontramos con Amber en el jardín de mi madre – Darren dejó sus pensamientos y miró a Madison con un signo de sorpresa - ¿Cómo pudiste ocultarme esto?, Madison has llegado a tu límite, ¡esa pequeña es mi hija y recién hoy me vengo a enterar que tengo una! ¡cómo has sido capaz de hacerme esto, de hacernos esto!
Todo quedó en silencio, Madison miró con cierto nerviosismo a Darren, no lo culpaba si este descargaba toda su ira con ella, ella se lo merecía por haber sido egoísta con ambos, tanto con Darren, como con su pequeña Annie, y haberlos alejado por tanto tiempo. Luego de unos minutos de intensas miradas, el ambiente se aligeró un poco, el ceño de Darren no se encontraba tan fruncido como hace unos minutos antes, este se volvió a sentar en la silla, y al cabo de cinco minutos, se calmó por completo – Te odio por esto Madison, no creas que se me olvidará pronto, esto que nos has hecho, tanto a mi como a la pequeña, no quiero ni imaginar cuantas veces deseó poder tener a su papi a su lado, y yo no podía estar con ella, ya que tu puta boca permaneció callada con algo tan importante como esto. No creas que dejaré pasar por alto el que me hayas ocultado a mi hija. Pero aunque no lo creas, por hoy, no quiero discutir más contigo, lo dejaré pasar, por ahora lo único que quiero es que levantes tu culo de ese asiento y vayas a por mi hija, ya mucho tiempo juntos hemos perdido por tu culpa.
Madison se tragó el nudo en la garganta que tenía acumulado, Darren había sido despiadado en sus palabras, pero lo comprendía, debía descargar su furia en algo, y ese algo era ella. Se encaminó directo al salón donde Annie junto a Elena y la chica llamada Amber se encontraban. Antes de entrar se secó algunas lágrimas que habían caído por el camino y se adentró al lugar.
- Annie cariño, tu papi desea conocerte, ¿podrías venir? – la pequeña asintió, besó a las dos mujeres en sus mejillas y salió de la habitación en donde se encontraba.
Annie se subió a los brazos de su madre, la abrazó fuerte y se encaminaron hacia el jardín. Annie al ver a Darren se le llenaron sus ojitos de lágrimas, ¡estaba viendo a su padre!, para ella eso era algo muy importante. Se bajó de los brazos de su madre y corrió donde se encontraba su papi. Tímidamente le besó la mejilla y lo abrazó.
- Así que tú eres Annie cariño – Darren la tomó en brazos y algunas lágrimas cayeron por sus mejillas.
- papi, no llores, ya estoy aquí – Annie se rió y abrazó con más fuerza a su padre.
- ¿me perdonas? – Le preguntó Darren a su pequeña - ¿me perdonas por no estar contigo estos casi cinco años, por no estar a tu lado cuando te caías, por no estar contigo tu primer día en el pre escolar, por haber faltado a tus cuatro cumpleaños anteriores?
- ¡Pero claro que te perdono!, no entendí mucho de que debía perdonarte, pero como eres mi papi, sólo por eso y porque es la primera vez que nos vemos, te perdono – Annie besó la mejilla de su papi y recostó su cabeza en su cuello.
Madison observó la escena enternecida, ver a su hija tan contenta no tenía precio, miró con pena a Darren, le había ocultado a su hija por casi cinco años. Lo peor de todo es que al mirarlo, se había dado cuanta que todavía no lo dejaba de amar, estaba mal, sabía que él ahora estaba con otra mujer, pero los sentimientos del corazón no se mandan, ¿Qué aria para olvidarlo entonces?

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Our love story
RomantizmA la tierna edad de seis años, Madison Pearson ya deseaba vivir el cuento de una princesa, esa historia donde al final de la tormenta el príncipe siempre estaría luchando por ella, amándola. Con el paso de los años, ella comprendió que la sociedad...