Narra Liam:
Sam se quedo profundamente dormida después de contarle una pequeña historia, más que una historia era una anécdota vivida, hace mucho tiempo no recordaba esos momentos junto a mis padres, me derrumbaba recordarlos ya que por consiguiente recordaba el accidente, el maldito accidente, que me separó de mis padres y me dejo sólo en este mundo, todo en mi vida era trágico hasta que los chicos intentaron regresarme la alegría, pero nada era igual, sentía un hueco en mi pecho que no podía llenar nuevamente, creí que esa sensación estaría allí por siempre pero cambio cuando Sam entro en mi vida, ella a estado llenando poco a poco ese espacio a tal punto de no sentirlo más, de que no duela mi pecho al recordar a mis padres, de sentirme completo durante este corto tiempo en que la conocí, se que si algún día se separará de mi ese hueco regresaría y con más potencia, me dejaría vacío completamente, me arrepentiría cada instante si la dejara o ella me dejara a mi.
Apague la luz de la habitación y deje encendida la lámpara de escritorio junto a la cama dando un alumbrado cómodo y tranquilo.
La respiración de Sam era profunda y tranquila, su pecho subía y bajaba acompasada dando toda tranquilidad en mi, el silencio en la habitación me permitió escuchar suavemente su corazón ya que estaba a escasos centímetros junto a ella, su rostro era una bienvenida a mi mamo, quería sentir su piel y así lo hice, lentamente lleve mis dedos por su frente acariciando su piel suave y tersa, recorrí de su frente a su cien, de allí baje a su prominente pómulo hasta llegar a su suave y pálida mejilla, me detuve en seco cuando estuve a escasos centímetros de tocar sus delineados y delicados labios con un ligero tono rosado, estaban completamente cerrados tentando a ser tocados, no quería despertar a Sam, se que no a dormido bien últimamente y presida mente ahora se veía más cómoda que nunca pero la tentación me gano y pase suavemente mi dedo índice por su labio inferior sintiendo su respiración delicada que salía por su nariz a centímetros de mi piel, retire rápidamente mi dedo al ver que Sam se mordió el labio al sentir mi tacto para después volverlo a dejar en su lugar, esta vez pase mi dedo por su labio superior un poco más carnoso que el inferior pero igual de tentador, estaba fascinado por la suave y delicada piel que tocaba que no prestaba atención a nada más que a sus encantadores labios.
-que se supone que haces?- me sobresalte cuando los labios de Sam se movieron al mismo tiempo que escuche su voz
-yo... No quise, despertarte- dije alejándome de ella ya que no se en que punto estaba tan cerca de sus labios
-no me contestaste- su voz sonaba adormilada y cuando vi su rostro, sus ojos estaban cerrados
-yo, sólo, quería- divagaba sin decir nada y comencé a avergonzarme cuando abrió los ojos para mirarme
-el punto es que me obligas a dormir y después me despiertas- cambio de tema sabiendo que no sabría como contestar a lo que estaba haciendo
-lo siento- me disculpe dándole una sonrisa piadosa
-claro, después no te quejes de que no duermo bien- sonrió disculpandome
-era tentador- confesé de golpe y ella mordió su labio inferior bajando la mirada
-ya veo- con la poca luz que había en la habitación pude notar un poco de rubor en sus mejillas
-quisiera probar algo- mi voz era un susurro pero audible para ambos
-que cosa?- Sam frunció el ceño preocupada por la respuesta
-sólo quédate quieta- susurre mirando sus ojos brillantes bajo la tenue luz y después sus labios
Sam no contesto nada quedándose completamente quieta sólo veía como su pecho subía y bajaba con su profunda respiración, me miraba sabiendo que estaba tramando pero no se anticipó a moverse, pose mi mano en su mejilla y me acerque más a ella, mi piel ardía a comparación de la suya, mire nuevamente sus ojos quienes me miraban y derretían, delinee su labio inferior con mi pulgar y ella respondió mordiéndole después del toque, me mato, amaba como mordía su labio con timidez, me acerque a tal punto de que nuestras respiraciones se combinaran y nuestra nariz rozara una con la otra, sentí su aliento en mis labios, era frío, tentador, mi corazón se aceleró y juraría que Sam lo escuchaba.
ESTÁS LEYENDO
Love in London
Hayran KurguEsta es una historia en la que Sam y su mejor amiga Karen estudian en la universidad de España música y por ambiciones deciden irse de intercambio a Londres para seguir estudiando lo que aman, pero Sam tendrá un ocacional encuentro con alguien a qui...