Capítulo XVIII 2/2

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(En la tarde)


En el infierno:

Todo se había complicado, pues Owi al bajar hacia el sótano, se encontró con los tres chicos que intentaban ayudar al padre de Yoongi.

— ¡Pero mira lo que tenemos aquí!— el hombre solo carcajeaba, a la vez que terminaba de bajar los escalones.

— Mierda— musitó el pelimorado.

Estos en su reacción, decidieron poner una posición de alerta y sacar sus armas.

— Cambio de planes, traiganla hacia acá— Owi mandó el mensaje por un radio de comunicación, mientras le hacía señas a Taehyung.

A los instantes, el lugar se llenó de hombres acuerpados y con armas en sus manos, dejando así, a los chicos indefensos ante cualquier acción.

— Sólo quiero que los apresen— hablaba el hombre con voz autoritaria. —Querido V, necesito que Kook esté aquí— la mirada que fue dirigida al peliazul, decía más que mil palabras.

— Ya mismo señor— aquél joven aún no asimilaba lo que veía frente a él, pero debía actuar lo más natural posible para que nadie los descubriera.

El joven iba a comenzar a subir, pero el castaño ya venía custodiado por unos hombres junto a Alee.  

— Que sorpresa, todo está en orden— una sonrisa lleno de cinismo se asomaba en el rostro de Owi. —¡Todos salgan!— le ordenó a los hombres, cuando ya los tres chicos se encontraban encadenados.

— Aquí estamos señor— un nudo llegó a la garganta de JungKook, al percatarse de las personas que se hallaban aprisionadas.

El lugar se quedó en silencio, pues a excepción de ellos, aquellos hombres habían desalojado el sótano.

— Querida hija...— Owi se acercó a la chica que permanecía en silencio y con la mirada baja. —Quiero que los amordaces— este tomó el mentó de la joven.

Sin saber qué decir o qué hacer, ella tomó los trozos de tela que le extendió el hombre. Esta dispuesta a obedecer, se agachó delante de su padre.

— No quiero hacerlo— susurró, pero fue completamente audible para el macabro.

— ¿Te pregunté si querías?— el hombre se inclinó para poner su cara a la altura de la de ella.

Los demás se encontraban estupefactos ante la escena, sabían que si daban un paso en falso, todos morían.

— Simplemente te estoy diciendo que no lo voy a hacer— Alee lo observaba con repugnancia.

Owi no dijo absolutamente nada, lo único que hizo fue reírse, antes de lanzarle una fuerte bofetada a la chica, que resonó por todo el lugar.

— ¡No!— todos gritaron a la vez e intentaron interponerse, pero los encadenados no pudieron hacer nada, mientras que los dos libres apenas y pudieron moverse.

— ¡Eres un bastardo!— le escupe el Sr.Min.

— Señor, no es necesario esto— el joven Kook temblaba.

— ¡Ya te dije que no te metieras!— la rabia consumía a Owi. —¡Tú!, apresalos a ellos dos— le ordenó al peliazul.

La impotencia de no poder hacer nada los invadió a todos. Los oficiales poseían un nudo en el estómago, pues sencillamente la joven tenía todo su cuerpo golpeado, y Owi sólo hacía lo que se le viniera en gana.

CIRCUS //JIMSU//YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora