CIRCUS //JIMSU//YOONMIN

Capítulo XXIII "No hay problema, cuenten conmigo"

En el siguiente día

En la sala de espera:

Se encontraban tres chicos esperando la salida del pelinaranja, pues su estadía en el hospital ya había finalizado y era hora de regresar a casa.

— ¿Familiares de Jung Hoseok?— llegó un doctor de edad ya avanzada, junto a una carpeta en sus manos.

— ¡Aquí!— los jóvenes se levantaron al mismo tiempo.

— Será dado de alta en una hora, si quieren pueden ir a su habitación— les señaló esta, al mismo tiempo que hablaba.

— ¡Gracias!— dijeron en coro antes de retirarse.

— Nunca lo pregunté, pero siempre me causó curiosidad... ¿Cómo conocieron a aquél chico?— pregunta el peliazul.

— Él estaba junto a Yoongi cuando secuestraron a Alee— respondió Jimin.

— Yo lo conocí cuando llegó a la estación a darnos información del caso, y a su vez, se ofreció a ayudarnos— habló el mayor.

— ¿Entonces Jin hyung no lo conocía y tú sí?— Tae se refirió al rubio.

— Así es— dijo el comisario, mientras se paraba enfrente de la puerta blanca.

Aquél tomó un poco de aire antes de tocar la madera sólida y esperar el llamado del otro lado. Cuando sucedió así, se adentró inmediatamente.

— ¡Buenos días!— saludó el pelinaranja con una gran sonrisa desde su camilla.

— ¡Buen día!— contestó le trio en coro.

Todos tomaron asiento en el sofá que se hallaba frente al internado. Cada uno de ellos sonreía, pero no mencionaba palabra alguna.

— Y... ¿Qué tal van las cosas?— Hoseok lanzó una indirecta.

— Pues... ha estado un poco más calmado— contestó el mayor.

— Sin embargo... necesitamos tu ayuda— Jimin se puso serio, pero sin dejar su actitud amigable.

— No hay problema, cuenten conmigo— volvió a sonreír dulcemente.

— No es por dañar el momento, pero... ¿Cómo es que te llamas?, es que se me olvidó— preguntó un poco incómodo el peliazul, generando así, las carcajadas por parte de todos.

— Me llamo Hoseok, pero puedes decirme J-Hope— la amabilidad del chico era muy enternecedora, tanto, que provocó un leve sonrojo en el rostro de Tae.

En la casa de Beomgyu:

Todavía no era tarde, pero aún así, ya era hora de levantarse. Sin importarle esto, Alee se encontraba arrullada en las sábanas de esa cómoda cama, pues a pesar de estar despierta, no quería moverse ni un poco y mucho menos salir de ese pequeño nido que había formado.

De repente, se escucha el sonido unos leves toques en la puerta, pero antes de que pudiera hacer algo, escuchó aquella información.

— ¡Dormilona, despierta y ven a recibir a tu hermano!— la voz ronca de Yoongi retumbó por las paredes.

— ¡No molestes!— exclamó de mala gana, mientras se sentaba en la cama.

— Soy tu hermano, es mi deber— dijo en el momento en que se adentraba a la habitación. —Tu cabello está tan revuelto, que pareces un niño— se burló el pelinegro, haciendo una cara arrugada.

— Como si tú te despertaras muy bonito— ella le lanzó la típica mirada del joven Min.

— Por favor, yo me levanto como un dios— se alabó el menor.

— Sí, todo vejestorio— se vengó Alee.

— Idiota— Yoongi le tomó una mejilla y la apretó fuerte, haciendo que la contraria chillara de dolor.

— ¡No hagas eso!— quitó la mano de su rostro.

— No me llames vejestorio— el joven Min intentaba contener la risa.

— ¡Le voy a decir a Jimin que me estás maltratando!— amenazó ella con drama.

— No vengas con eso...— el azabache se tornó más pálido de lo que era, provocando que ella fuera la que se carcajeara.

— Ahí sí te asustas— se burló su hermana.

— Callate— musitó este ya amargado.

Antes de que cualquiera de los dos inmutara palabra alguna, una cabellera rubia se asomó a la habitación. Aquél joven se veía distinto, pues esta vez no traía ropa formal como acostumbraba, sino que su cuerpo se cubría por unos pantalones deportivos y una camisa holgada.

— Te dije que no la despertaras— Beomgyu fulminó al pelinegro con la mirada.

— ¡Pero si ya casi es la hora del almuerzo!— se defendió este.

— ¿Acaso almuerzas a las 10?— el joven médico enarcó una ceja.

— Sólo te gusta molestar— Alee le susurró a su hermano, mientras dejaba caer su torso hacia sus piernas.

— De igual forma...— se encogió de hombros— Ya era hora de levantarse— le dió un leve empujón a la chica.

— No tienes remedio Min— el rubio se acercó a ambos y posó frente a la joven. —¿Qué tal amaneciste?— le preguntó con amabilidad.

— Muy bien— sonrió intentando ocultar todo tipo de nerviosismo.

— ¿Vamos a desayunar?— Yoongi rompió todo tipo de burbuja creada por los dos chicos.

— Le voy a decir a Jimin que te cuide bien, al parecer te está descuidando tanto que ni sabe si desayunas o no— se burló Beomgyu.

— Muy gracioso— la bipolaridad del menor se volvió a hacer presente.

— ¿Por favor podrían salir para alistarme y desayunar?— ella intentó deshacerse de ellos con aquella indirecta.

— ¡Claro!, pero no te demores que se enfría— el rubio revolvió el cabello de Alee antes de retirarse.

— No tardes, que me estoy muriendo de hambre— el joven Min posó su índice en la frente de aquella, para luego empujarla.

— ¡Aish!— se quejó Alee, pero antes de que su hermano saliera, no dudó en mostrarle el dedo del medio.

— ¡Qué grosera!— se burló este al salir del lugar.

WENO...

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YO AMO A ESTE MAN

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