Dos días antes...
En el infierno:
La llamada del día anterior había martirizado al joven médico, quería correr e ir al lugar, pero Owi no lo dejaría entrar. Ante esta incertidumbre, se las ingenió para convencer al hombre diciendo que la chica presentaba signos de una aproximada anemia.
Ahora se encontraba allí, apenas habían transcurrido unos segundos desde su llegada, y ya sentía la pesadez del ambiente. No dudó en ir inmediatamente con Owi para confirmarle su presencia en aquél infierno.
— Vés a la segunda habitación— le dijo aquél hombre, que a su vez le entregaba una llave.
No tardó mucho, pues literalmente corrió hacia el destino indicado, pero fue detenido por el chico peliazul. La cara de este reflejaba de todo, menos algo bueno.
— Ten cuidado— le susurró este con voz temblorosa.
— ¿De qué?— el rubio se extrañó.
— No quería decírtelo por teléfono, pero ya que estás aquí, obsérvalo tú mismo— Taehyung se alejó del opuesto disimuladamente.
Beomgyu abrió rápidamente la puerta, y a su vez se adentró en la habitación. Todo era oscuro, así que con poco iluminación de la puerta, encendió la luz.
La escena que observó le fue desgarradora. Alee se encontraba tendida en una cama, pero no por estar durmiendo, sinó por los múltiples maltratos en todo su cuerpo.
— ¡Dios!— el doctor se horrorizó ante todo eso, por tal razón, cerró la puerta y se acercó a la joven. —¿Estás consciente?— este dejó su maletín a un costado y comenzó a sacar el contenido.
— Sácame... de.. aquí...— ella musitó a duras penas.
Esta se encontraba tan grave, que no tenía la capacidad de abrir los ojos. Su posición continuaba siendo la misma de un feto, pero esta vez solo temblaba entre sus piernas acurrucadas.
— ¿Por qué te hicieron esto?— el rubio apretaba su mandíbula, pues la rabia comenzaba a consumirlo.
— Ayúdame...— estas palabras generaron un nudo en la garganta del joven. Tenía impotencia por ver a la chica en ese estado, además, le mataba el hecho de no saber qué hacer.
Le dolía ver a Alee sufriendo en vez de estar con su actitud alocada. Lo que le partía el alma, eran las súplicas que este le hacía, pues él no podía hacer nada al respecto.
— No te preocupes, ya estoy aquí— Beomgyu acarició el cabello de la joven, y asu vez depositó un corto beso en su frente. —Todo esto muy pronto pasará— él intentaba calmarla, no le importaba cómo, si era necesario mentiría.
— Jung... Kook...— soltó junto a un débil suspiro.
— ¿Qué ocurre con él?— este sentía un presión en el pecho.
— Owi... lo llevó... al sótano...— esto dicho, generó un pánico aún mayor en aquél chico.
En la casa de Jimin:
El pelinegro aún descansaba en la cama del comisario. Después de que las cosas se complicaron un poco más, el menor solo agregaba varias cargas a su espalda; ya era suficiente con su hermana y con el encarcelamiento de su padre, pero el ahora secuestro al Sr.Min empeoraba su "estabilidad" emocional.
— Buenos días— susurró Yoongi, en el momento en que se frotaba sus ojos achinados y lanzaba un bostezo.
El rubio solo apreciaba aquella escena desde el marco de la puerta, se sentía bien verlo relajado, aunque estuviera dormida.
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CIRCUS //JIMSU//YOONMIN
Fiksi Penggemar(...) Existen diversos tipos de personas en el mundo, tales como las que viven, o simplemente observan a los demás. Pero... en algún momento debemos dejar a un lado el papel de espectador y meternos a participar en el show. A pesar de todo eso, ¿Qué...
