CIRCUS //JIMSU//YOONMIN

JUNGKOOK

En la estación:

El castaño esperaba con un poco de impaciencia a las preguntas de Jimin, pero el recién nombrado sólo leía su carpeta y se limitaba a ignorar el nerviosismo del menor.

— ¿Podemos apresurarnos hyung?— casi rogó el interrogado.

— Tienes razón, no quiero que pase lo de la última vez— el rubio rió un poco, y a su vez, apagó su teléfono móvil.

Flashback:

(...)

El joven Kook estaba dispuesto a contestar las preguntas que fueran necesarias, pues su espíritu colaborativo lo conllevaba a queres ayudar en lo que se le fuera posible.

— Bueno...— suspiró el comisario. —Primero me gustaría que me comentaras de lo que viviste en el Infierno— este se posicionó para tener toda la atención hacia el menor.

— Ocurrieron muchas cosas las cuales aún no lo logro entender, pero...— antes de que pudiera continuar, comenzó a sonar el teléfono del mayor.

— Disculpame un segundo— sonrió el joven Park antes de sacar el aparato de su bolsillo  y levantarse para responder. —¿Sí?— habla en espera de escuchar una voz en la otra línea. —¡¿Mañana?!— exclama con tanta exageración, que hasta llegó a sobresaltar al otro chico presente.

— ¿Qué sucede?— pregunta el castaño con mucha intriga, pero sólo recibió una señal de espera como respuesta.

— Está bien, yo me encargo— terminó por decir el rubio.

Cuando por fín cortó la llamada, se dirigió a su invitado con cierta incomodidad en su interior.

— ¿Qué ha pasado?— le cuestionó el menor.

— Hoseok será dado de alto mañana, así que NamJoon me pidió que me encargara de algunos formularios— este se sentía apenado con el joven Kook.

— Entiendo... ¿Dejamos esto para otro día?— JungKook se levantó y se posicionó frente al comisario.

— Me parece bien— le dió unas palmadas en la espalda. —Siento haber perdido tu tiempo...— al decir esto, apretó levemente el hombro del contrario.

— No te preocupes, de igual forma no tengo mucho que hacer— el más joven sonrió amablemente.

(...)

En la sala de interrogatorios:

Sin interrupciones próximas, los jóvenes se dispusieron para comenzar con su propósito. 

— ¿Qué cosas importantes me puedes contar de aquél lugar?— Jimin posicionó su atención en su invitado.

— Cuando recién entramos al Infierno, tuvimos que custodiar las afueras de la residencia de Owi. Pude ver que camionetas entraban al lugar y eran cargadas, aunque no sé exactamente de qué— arrugó su rostro al recordar las escenas.

— Y... ¿Sabes qué ocurría con los cuerpos?— carraspeó un poco con incomodidad.

— Por lo que tengo entendido, eran llevados al sótano para ser torturados y lanzados al tigre... a propósito, ¿Qué ocurrió con ese animal?— un poco de temor se apoderó en el castaño.

— Las autoridades especializadas en ese ámbito se encargaron de incautarlo, cabe recalcar que se le están realizando unos estudios para saber lo que hacía el animal— contestó sin darle tanta importancia.