CIRCUS //JIMSU//YOONMIN

Capítulo XX "¿Joven Min 2.0?"

En una de las habitaciones:

Sólo había una inmensa oscuridad, la cual era acompañada por los fatigantes gritos de aquella mujer.

— ¡Corre!— esta le decía a la pequeña.

— Pero...— la niña se aferraba a la mayor.

— Te estoy dando una orden, ¡Ve y escóndete!— esta le gritaba con abundantes lágrimas en sus ojos.

—Te quiero mamá— la menor la abrazó fuertemente.

—Y yo a ti Alee— contestó desenvolviendo sus brazos.

Poco a poco fue llegando la claridad, y a su vez los sonidos del exterior. Los gritos fueron reemplazados por pitidos y suspiros de los aparatos del hospital; y el tacto de aquél abrazo se esfumó, dando paso a la sensación de una mano entrelazada.

Todo fue más claro, pero agitada, ya que la joven abrió los ojos impulsivamente e inhaló con brusquedad.

— Alee— le habló su hermano con preocupación.

Ella tardó unos cuantos instantes en recuperar el aire, sin embargo aún se le dificultaba.

— No siento el aire en los pulmones— susurró con dificultad a través del respirador.

— Es porque aún estás débil por la cirugía— Yoongi se acercó y la ayudó a acomodarse en la camilla. —¿Mejor?— aquella asintió en respuesta.

— ¿Cirugía de qué?— preguntó aterrada.

— Como eres muy especial, solamente te fracturaron algunas costillas— comentó el pelinegro con sarcasmo.

— Ya decía yo que estabas siendo muy bueno— a pesar de su dificultad al hablar, esta rió.

— Esto es serio— el menor la intimidó con la mirada, pero esta se limitó a ignorarlo.

— Tengo sueño— Alee intentó cambiar el tema y cerró sus ojos para evitar al chico.

— Si quieres llamo a Beomgyu y le digo que despertaste— este se iba a levantar, pero ella lo tomó por el brazo.

— ¡No!— exclamó con esfuerzo. —Aún me da vergüenza hablar con él— esto último lo dijo en voz baja.

—  ¿Y eso por qué?— el pelinegro arrugó el rostro y se regresó a su asiento.

— Simplemente no quiero hablar todavía con él— aquella empezaba a actuar infantil.

— ¿Te gusta?— Yoongi empezó a molestarla.

— ¿No tienes algo mejor que hacer en vez de molestarme?— ella tomó una mirada neutral.

— Tomaré eso como un "sí, pero cierra la boca"— las expresiones cómicas del menor, la hicieron reír hasta que le faltó el oxígeno. — Ya, ya, ya. No debo provocar que te esfuerces, pues terminarás ahogándote— él comenzó a sobarle la espalda a su hermana, en espera de que se calmara.

— Gracias— musitó esta.

Antes de que continuaran la conversa, una cabellera rubia se asomó a la habitación. Generando el silencio incómodo en uno de los presentes, y la actitud burlona en otro.

— ¡Beomgyu!, justo iba a llamarte— una sonrisa maliciosa apareció en el rostro del pelinegro.

— ¿Hace cuánto despertó?— el joven médico se acercó a la chica, con una expresión seria en su rostro.