Yoongi sabía lo efímera y lo frágil que podía llegar a ser la vida, lo mucho que hay que luchar por sobrevivir en este mundo. Cada día había sido un reto para él durante muchos años, pero eso había cambiado; ahora veía la vida con más normalidad, de una manera más positiva. Disfrutaba de los pequeños detalles, de la luz iluminando su blanca piel, de los pájaros que cantaban cerca de la ventana de su habitación... y de la música. Esa música que hacía que las horas pareciesen minutos y que los días más oscuros se llenasen de luz.
Le había costado mucho, pero por fin había entrado en la universidad, por fin podría estudiar música, podría componer, aprender a tocar instrumentos nuevos y plasmar sus vivencias y deseos en una partitura.
Yoongi quería creer que si su psicólogo le había dado el alta tras 5 años de terapia, eso significaba que podía vivir como una persona normal, hacer amigos, salir con ellos y disfrutar de la vida fuera de las cuatro paredes de su habitación.
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Todos consideraban a Taehyung un chico que conseguía todo lo que se proponía, seguro de sí mismo y con las ideas muy claras, pero él no se consideraba así sobretodo en el arte. Le apasionaba pintar y estaba convencido de que era un Picasso en potencia, aunque los cuadros que había enseñado eran mínimos en comparación con los que había pintado y los cuales decoraban armarios y cajones de su habitación mientras acumulaban polvo.
Desde pequeño le había gustado pintar, incluso sin saber si lo que hacía era bueno o una bazofia más. Le encantaba poner música relajante y pintar, evadirse del tiempo, de sus pensamientos, sus problemas...
Siempre había sido un chico popular, todos en el instituto se llevaban bien con él, aunque siempre había tenido su grupo de amigos: Jimin y sobretodo Jungkook, del cual nunca se separaba. Ahora que empezaba la universidad se reencontraría con otros de sus dos mejores amigos, Namjoon y Jin, los cuales ya estaban en primero y segundo de carrera.
Taehyung estaba convencido de que los mejores años de su vida estaban por llegar y de que en la universidad sería tan feliz y popular como en el instituto.
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Yoongi por fin se encontraba solo en Seúl, sus padres se habían vuelto a Daegu tras ver que ya estaba completamente instalado. Había estado varias semanas organizando su nueva casa y todo lo que necesitaba para la universidad, hojas de partituras nuevas, buscando sitios nuevos que le inspirasen a componer... No dejaba de anotar ideas en su cuaderno de tapa negra aterciopelada, el cual había sido regalo de su madre antes de mudarse.
Yoongi se tiró encima de la cama y se quedó observando la vieja lámpara que colgaba del techo. Estaba agotado por todo el sobreesfuerzo que había estado haciendo estas últimas semanas, pero no podía dormir, estaba demasiado emocionado pensando en que el día siguiente conocería a sus compañeros de clase y que por fin podría mejorar sus composiciones con el piano de la facultad hasta que pudiese comprarse uno.
Tarareando una melodía lenta y pausada consiguió quedarse dormido con una sonrisa asomando de sus labios.
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Taehyung había terminado de colocar el caballete en el centro de una sala de su nueva casa, la cual tenía un ventanal gigante por el cual por el día entraba toda la luz que necesitaba para pintar. En las esquinas de la habitación estaban apilados todos los cuadros que había pintado a lo largo de los años envueltos en papel marrón, dejando a la imaginación lo que en ellos se ocultaba.
De pronto el sonido de una balada inundó la habitación, vio que la llamada era de su madre.
-Hola mamá- Dijo Taehyung. – Sí, ya tengo todo colocado- Puso los ojos en blanco ante lo que su madre le decía. –Ya me estaba metiendo a la cama mamá, no te preocupes- Alejó el teléfono de su oreja mientras su madre no paraba de decirle una y otra vez que debía tener cuidado ahora que había decidido vivir solo. -Ya he quedado mañana con Kookie para ir a la universidad, tranquila que no estaré solo, ya sabes que pasamos mucho tiempo juntos. Te dejo mamá, estoy cansado. Un beso- y colgó.
Taehyung sabía que a su madre no le había hecho gracia que hubiera decidido irse a vivir solo cuando iba a asistir a una universidad que no estaba lejos de casa de sus padres, pero él sabía que para pintar y sacar todo su potencial necesitaba estar solo y tener su espacio. Le costó convencer a sus padres, pero estaba seguro de que había tomado la decisión correcta.
Tras la charla con su madre abrió whatsapp y mandó un mensaje a Jungkook:
Kookie! Mañana a las 8 te quiero ver en la puerta de mi casa! He quedado con el resto a las 8:30 en la entrada de la uni! ^^
Acto seguido se recostó en la cama y en cuestión de minutos se quedó dormido, pensando en lo mucho que iba a disfrutar en la universidad al volver a estar el grupo de amigos al completo.
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*Hoy pienso que quiero ser como el aire y dejarme llevar*
Es mi primera historia, espero que os guste. Siempre podéis decirme cosillas para mejorar, os lo agradeceré eternamente,
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Mi inspiración.
FanfictionYoongi y Taehyung comienzan la universidad. Los dos quieren olvidar el pasado, pero los problemas del presente no se lo pondrán fácil. Cuando se encuentren... ¿se ayudaran o se destruirán por completo? Es mi primera historia, tenedlo en cuenta