Mi inspiración.

24. Buenos días

Un rayo de luz se colaba por una rendija de la persiana, Taehyung abrió ligeramente los ojos encontrándose frente suyo a un Yoongi completamente dormido formando un puchero con sus labios. Sonrió automáticamente, despertarse y que lo primero que sus ojos viesen fuese a ese hombre, le hacía tremendamente feliz.

Tenía al brazo de Yoongi debajo de su cuello y él se encontraba abrazándole. No quería despertarle, pero intuía que se estaba haciendo hora de ir a la universidad, y no quería llegar tarde.

Le dio un tierno beso en la puntita de la nariz, pero Yoongi no se despertó, simplemente hizo un sonidito que a Tae le pareció un ronroneo. Sonrió de nuevo derritiéndose por dentro.

-Yoon- dijo mientras le daba otro beso en la nariz- Despierta, creo que es hora de ir a clase

-Shhh. Un ratito más- contestó sin abrir los ojos y encogiendo el brazo abrazando a Tae por el cuello.

-Yoon- dijo Tae sonriendo- Despierta- le dio un breve beso en los labios- Vamos- Yoongi abrió poco a poco los ojos intentando acostumbrarse a la luz y girándose para ver a Taehyung.

-Buenos días- Dijo Tae dándole otro beso en los labios

-Ahora sí que son buenos- Dijo Yoongi sonriendo- ¿Has dormido bien pequeño?

- Muy bien, ¿tú?- Yoongi asintió desperezándose un poco.

Poco a poco ambos fueron despertándose mientras se hacían carantoñas y se reían porque Tae había encontrado el punto débil de Yoongi y le estaba martirizando: tenía cosquillas en las costillas.

-¡Tae, para!- Decía Yoongi mientras prácticamente lloraba de la risa porque Tae no paraba de hacerle cosquillas- Vamos a llegar tarde

-Vale, vale- Dijo sonriendo- Te doy una tregua

Ambos se levantaron y mientras Tae se duchaba, Yoongi preparó el desayuno para los dos.

-Solo tengo café y tostadas- Comentó a modo de disculpa mientras observaba el pelo desordenado todavía humedo de Tae - Espero que sea suficiente

-Lo es- respondió Tae sentándose en la encimera mientras le daba un mordisco a una tostada- ¿Quieres?- Yoongi negó con la cabeza. Él solamente necesitaba café para ser persona.

Continuaron desayunando en un silencio cómodo hasta que Tae soltó un gritito eufórico

-¿Qué es eso?- Se levantó y fue hacia una esquina del salón- ¿Es un piano?

-Es un teclado. Lo compré ayer con Hobi- Aclaró Yoongi

- Que guay- Pulsó una tecla, pero no emitió sonido alguno. Miró contrariado a Yoongi- No suena

-Todavía no lo he enchufado. Ayer no me dio tiempo a probarlo

-Yoon... ¿Esto significa que ya no vas a tocar en la uni?- El rostro de Tae tenía un semblante ligeramente triste.

-Esto significa que ahora puedo tocar en casa. Pero esto es un simple teclado, lo de la uni es un piano de cola en condiciones. Voy a seguir tocando allí- Miró con curiosidad a Tae- ¿Qué pasa?

- Nada, es solo que... la primera vez que te vi fue tocando el piano en la universidad y... no se- Dijo Tae con un rostro un poco contrariado. Sentía que era algo especial, pero no sabía explicarlo con palabras

-Puedes seguir viniendo allí a verme tocar.- Se acercó lentamente a Tae y le agarró con una mano por la cintura- Siempre eres bienvenido- Dijo posando un beso en su cuello y aspirando su delicioso aroma