Yoongi y Taehyung comienzan la universidad. Los dos quieren olvidar el pasado, pero los problemas del presente no se lo pondrán fácil.
Cuando se encuentren... ¿se ayudaran o se destruirán por completo?
Es mi primera historia, tenedlo en cuenta
Taehyung y Yoongi salen del auditorio varias horas después. Esperaban al menos encontrarse a Hobi esperando a Yoongi para poder ir a su casa juntos, pero se equivocaban, en la puerta no había nadie.
-Pensaba que Hobi estaría aquí... -Susurra Yoongi confundido observando los alrededores sin ver a su amigo- Tal vez he sido demasiado duro con él antes
-No te preocupes Yoon. En cuanto habláis lo arreglareis. ¿Por qué no le llamas?
Yoongi saca su móvil, pero se encuentra con varios mensajes de Hobi de hace unas horas.
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Yoongi intenta llamarle varias veces mientras anda en círculos, pero no le contesta. Cuando se corta la cuarta llamada, Yoongi está mordiéndose las uñas freneticamente
-Yoon, relájate. ¿Por qué te pones así?- Tae se acerca y le sujeta por los hombros.
-Hobi se quedaba en mi casa porque no tenía a donde ir, y ¿de repente se va a casa de su padre? Si hubiese sido una buena opción la hubiese elegido antes de venir a mi casa. ¿No crees?- Decía Yoongi muy deprisa intentando de nuevo contactar con Hobi sin éxito.
-¿Te ha contado algo de su padre?
-Solamente me dijo que de un día para otro les abandonó cansado de las humillaciones de su madre.- La culpabilidad le estaba carcomiendo por dentro, se sentía culpable por haberle gritado. No quería que sufriese otra vez por un progenitor suyo.
-No sé qué pasará por la cabeza de Hobi para que haya decidido ir a casa de su padre, pero no es culpa tuya, ¿me oyes? Así que borra esa cara de pena.
Antes de que Yoongi pudiese replicar, una melodía salvaje de alguien rapeando invade el ambiente. Rápidamente coge la llamada.
-¡Hobi! Me tenías preocupado, ¿estás bien?
-Te dije que no te preocuparas- dice entre risas- Estoy bien, estoy con mi padre. Poniéndonos al día. Tu....- Hace una pausa - ¿Cómo fue todo?
-Bien, muy bien. – Yoongi oye un suspiro de alivio proveniente del otro lado del teléfono- Pero, ¿por qué te fuiste?
-Necesitaba enfrentarme tarde o temprano a mis miedos del pasado... llevaba días con el teléfono de mi padre guardado en la mochila pensando en llamarle. Y bueno, me decidí a hacerlo hoy. Ha ido mejor de lo que pensaba.
Yoongi nota como al cálida voz de Hobi inunda sus oídos y puede imaginar que está sonriendo mientras habla con él.
-¿Nos veremos mañana entonces?
-¡Claro que sí! Tengo que pediros perdón a ti y a Tae por todo lo que he hecho durante estas semanas.
-Yo soy el que tiene que pedirte perdón por cómo te he tratado hoy, he sido...
-Yoon... llevo semanas en tu casa y no me has pedido nada, has dejado que llorase en tu hombro, me has dado un techo donde dormir y sobretodo tu compañía y tu cariño. No tienes que pedirme perdón por nada, en cambio yo sí. –Una voz de fondo se cuela por el auricular: ¡Hoseok, ya está la cena!- Yoongi, mi padre me llama, ¿hablamos mañana, vale? Cuidaros mucho!!
-Hasta mañana Hobi
Yoongi cuelga y se queda mirando fijamente el móvil como si no terminase de entender que estaba pasando mientras Tae espera pacientemente a que Yoongi le hable.
-Parece que está bien...- la voz de Yoongi suena aliviada, pero su ceño sigue fruncido.
-¿A qué viene esa cara entonces?
-No termino de entender la situación.
-Yoon, no tienes que entender todo. Mañana hablas con Hobi y ya está.- Tae entrelaza su mano con la de Yoongi y comienza a tirar de el- Lo importante es que está bien, ¿no?
Yoongi asiente mientras es arrastrado por Taehyung por la calle. Le parece increíble que pueda estar sosteniendo su mano, que puedan ir andando juntos, hablando... Es con lo que había estado soñando estas últimas semanas.
-¿Dónde vamos?
-Mmmm – Tae piensa durante unos segundos y se gira mirando a Yoongi mostrándole una sonrisa que ilumina todo su rostro- ¿Dónde quieres ir?
- No lo sé, pero mientras sea contigo, cualquier sitio será perfecto.
Ambos sonríen y comienzan a correr desenfrenadamente como si quisieran olvidar todos los malos pensamientos, las peleas, el dolor que habían sentido y el tiempo que habían estado separados.
Porque ahora estaban juntos, tomados de la mano y sus corazones latían al unísono. Como si fuesen la misma persona, el mismo corazón.
