Mi inspiración.

11. LA SOLUCIÓN

Yoongi sentía la garganta seca, desde que Tae había dicho que tocase para él, el ambiente había cambiado. Tae estaba a poca distancia observando a Yoongi con una mirada fija y penetrante a la vez que algo suplicante y con una sonrisa ladeada que le daba un toque... ¿sexy? Yoongi sacudió ligeramente la cabeza intentando quitarse esa idea de la cabeza.

-Mmm... y... ¿Qué canción debería tocar?- Preguntaba Yoongi mientras pasaba partituras como loco intentando no volver a mirar en dirección a Tae. Hacía mucho tiempo que no le habían hecho sentirse tan nervioso.

-Yoon, no te pongas nervioso. Cualquier cosa que toques estará bien para mí, solo necesito que disfrutes. Lo importante es que tu disfrutes- Dijo Tae mientras ponía suavemente su mano encima de la de Yoongi haciendo que dejase de mover las hojas.- Si tu disfrutas estoy seguro de que me transmitirás esos sentimientos y podré encontrar las respuestas del trabajo. Así que no estés nervioso, estoy seguro de que me encantará- Tae mostraba una sonrisa cómplice.

-Vale... bueno, pues tocaré esta. Creo... que puede gustarte- Se colocó en posición y justo cuando iba a empezar a presionar las teclas vio que Tae seguía mirándole fijamente- ¿Tú no tenías que hacer un trabajo?- Yoongi levantaba una ceja inquisitivamente.

-Oh sí, claro, claro- Tae salía de su ensimismamiento, no sabía que le había pasado, pero desde que había entrado a la sala y se había quedado a solas con Yoongi sentía que el ambiente se había cargado.- Voy a sacar los libros que tengo que usar- Tae se sentó en el suelo con varios libros esparcidos en el suelo.

Yoongi se colocó en posición, cerró los ojos y soltó un suspiro. Cuando los abrió, sus iris eran más oscuros de lo habitual. De pronto sus manos comenzaron a moverse y sus dedos golpeaban con delicadeza las teclas, creando una maravillosa melodía, Claro de luna de Debussy.

Tae comenzó a hojear los libros mientras la melodía le envolvía, sin encontrar la respuesta adecuada. Poco a poco todos sus sentidos se vieron opacados por la música que emanaba el piano. Cuando se dio cuenta se encontraba mirando a Yoongi ensimismado, observando como cerraba los ojos y sonreía dulcemente. Se fijó en su sonrisa, en como asomaban unos pequeños dientes y las mejillas se le abultaban ligeramente. Su rostro mostraba una paz absoluta y Tae se sentía extrañamente atraído por lo que estaba viendo.

De pronto se encontró con la mirada de Yoongi. Se había terminado la canción antes de que se diera cuenta, y ahí estaba él, mirando al pianista como si estuviese soñando. Ante de poder recomponerse, Yoongi le habló.

-¿Piensas hacer algo con esos libros o tengo que estar tocando para ti toda la tarde?- Yoongi estaba intentando ocultar una sonrisa, porque había visto a Tae totalmente absorto en la melodía.

-Pues... no sería mala idea. Pero sí, debería hacer algo con los libros, pero no se me ocurre nada- Respondió Tae con frustración y un ligero sonrojo en las mejillas.

Yoongi se levantó del banco y se sentó en el suelo al lado de Tae, ojeó un poco los libros con una mueca extraña.

-¿Qué se supone que tienes que hacer con esto?

-Pues... realmente no lo sé. La profesora dijo que debíamos de hacer un trabajo acerca de estas obras, de que representan, de que sugieren.... Ya le entregué un trabajo con lo que creí que quería decir el pintor, pero me dijo que estaba mal... Me dijo que debería de poner lo que me sugieren, pero lo que me sugieren es lo que el autor quiere que yo vea, ¿no?

- Mira- Yoongi señaló una foto- ¿Dime, que te sugiere?

-¿La persistencia de la memoria de Dalí? Pues se refiere a muchas cosas, pero los relojes por ejemplo, reflejan que el tiempo está distorsionado. Además como está influenciado por Freud, tamb...- Yoongi le hizo callar poniéndole un dedo en los labios.