A la Sombra del Brillo de Luna

Capítulo 2: SilverSweet

Continuando con la estancia en el continente europeo, nos adentramos a la hermosa ciudad de Londres, Inglaterra. Es aquí donde se encuentra una pequeña familia de la economía media alta, dinero para complacer sus gustos, pero sin que vayan más allá de sus necesidades. Una familia unida y feliz, pero pronto tendrían que afrontar una decisión temporal que cambiaría la vida de una integrante.

Ellos habitan una casa de dos plantas, la cual luce un impecable aspecto tanto por fuera, como por dentro. Hay un pequeño jardín en el cual se nota el empeño y dedicación que se le ha puesto, una piscina del tamaño ideal para ellos y perfecta para pasar momentos en familia, esos que quisieran fueran interminables con cientos y miles de sonrisas que resplandezcan en sus rostros como las estrellas en el nocturno cielo. ¿Quiénes son ellos? Son la respetable y maravillosa familia SilverSweet.

Richard SilverSweet, contador de alto nivel, trabajo en el que gana un muy buen salario; es un señor alto, pelo negro y lacio de peinado formal. Cuerpo atlético, oculto detrás de sus habituales trajes de color negro, piel de color beige. En su rostro seductor lleva unos ojos azules, tiene la barbilla partida cubierta por una corta barba, siempre lleva consigo en el dedo anular, el anillo de compromiso con el nombre "Pearl". Es un hombre simpático, dedicado y responsable, pero sobre todo es muy hogareño, le encanta pasar tiempo en familia, lo cual es cosa de casi todos los días. Su esposa Pearl SilverSweet, es una escritora reconocida por cinco obras de su total autoridad, las cuales alcanzaron una gran fama en Europa, principalmente en Inglaterra, pasa la mayoría del tiempo en casa realizando los deberes de una ama de casa y escribiendo cuando tiene tiempos libres. Su estatura es menor por unos pocos centímetros que la de su esposo, su cabello negro de aspecto brillante es ondulado y largo, unas mejillas sonrosadas y unos ojos verdes acompañados de unas finas pestañas negras, sus labios definidos color coral son radiantes, todo ello en su delgado cuerpo con una piel del color de la arena en una playa. Una personalidad sensible es la que la distingue, es una amante del romanticismo y entre sus habilidades, además de saber escribir, es muy lista, inteligente y una muy sabia consejera.

En la familia son tres integrantes, el señor y la señora SilverSweet tienen una hija con sus quince años cumplidos hace no muchas semanas. La alegría es una de las características emocionales que mejor la describen, le agrada mucho la compañía, en especial si se trata de sus amigos cercanos o de su familia. Hacer sentir bien a los demás y sentarse a contemplar la reina de la noche escoltada por sus soldados destellantes es lo que ama y hace con pasión. Negro, un negro intenso y único, aspecto de un lúcido oscuro y reluciente al igual que la noche, un negro que se torna azul mientras más brillante se ve, es este el color de su ondulado cabello que llega un poco más debajo de sus hombros, ojos color aqua, brillantes como un cuarzo del mismo color que permanece inerte dentro del líquido puro en un pequeño arroyo cristalino que brilla al ritmo de la corriente. Esa sonrisa tan preciosa y similar a la que se puede admirar en las noches estrelladas desde lo profundo de la eterna oscuridad de la noche por la resplandeciente luna, esa sonrisa que va acompañada de unos lindos labios con el color de acuíferos corales pajizos de tono rosa, labios tan suaves al tacto, suavidad parecida a la sensación al rozar el pétalo de una flor tan fresca y vivaz. Un cuerpo merecedor de halagos sinceros e inocentes, un cuerpo hermoso el de esta dulce chica, cuerpo de una piel de tacto sedoso y del tono de aquella arena de playa que reluce con los constantes rayos del sol que hacen brillar al distintivo mar de apacibles olas y vida propia en cada movimiento lento que hace al rozar aquella superficie azul con los delicados pasos del viento bajo un inalcanzable anochecer. Ella es Heidi SilverSweet.

Pequeña pero unida, esta familia no se ha dejado caer por la tormenta más estrepitosa ni por el terremoto más enérgico de magnitud. Permanecerán unidos como siempre lo han estado, no habrá decisión que llene de desilusión aquellas centelleantes sonrisas que son el pilar más resistente de la felicidad que perdura en este acogedor hogar en los adentros del bellísimo Londres.