Capítulo 13: En La Gran Mansión

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Narra Ilay

Nunca imaginé que este lugar, esta mansión, esta... cosa, fuera tan, tan... ¡¡Tan Horrible!! Es un lugar... prácticamente abandonado, parece que no le dan atención a este lugar tan deprimente y escalofriante, como si nadie hubiera puesto un pie aquí dentro en más de un maldito siglo, no puedo creer que nos quieran hacer vivir en este jodido lugar durante todo el tiempo que estemos aquí. Es una pésima idea, no quiero quedarme, o al menos haré que me consigan otro lugar porque no dormiré en esta mansión del demonio. Paredes blancas manchadas de musgo y todas llenas de extensas lianas verdes, de esas plantas que se extienden por los troncos de los árboles y en casos como estos por las paredes de una casa, se nota que está construida de madera, la cual al pasar de los años se empezó a tornar de un aspecto de humedad a causa de las probables lluvias de este lugar. Pilares blancos igual cubiertos de lianas y otros tipos de platas que se extienden por la estructura de dichas columnas de color blanco. La entrada es una enorme puerta de madera de color marrón, frente a ella se extiende un corredor horizontal que forma una larga hilera de pilares, la mansión cuenta al parecer con tres pisos, tiene varias ventanas llenas de polvo y manchas de musgo, el techo parece ser también de madera, solo que esta es de color marrón oscuro, y lo que es peor aún, para mi sorpresa justo al lado, detrás, y todo alrededor de la mansión está el bosque, solo es cosa de caminar unos cuantos metros por un pequeño sendero al interior del bosque para encontrarnos con lo que se supone es nuestro albergue durante estas semanas que nos quedaremos. Pero me niego a dormir aquí, me niego a vivir por estas semanas en este asqueroso lugar, ¡¡Me niego totalmente a pasar todas estas próximas noches en un lugar con estas condiciones, es demasiado peligroso!! Además, no es de color rosa, al menos no se ve agradable para hacer una fiesta.

Nos encontramos todos a unos diez metros de la mansión, se logra ver todo el ambiente que rodea esta casa, se siente el clima fresco, por encima del bosque y se puede admirar un nocturno cielo que apenas y muestra una poca luz de todas esas estrellas que hace unos minutos podíamos observar con gran admiración. Al llegar aquí Leonardo, o Leo como insiste en que le llamemos, nos dijo que encontraríamos nuestras habitaciones ya preparadas, tenían nuestro nombre, debíamos buscarlas entre todas las recámaras que hay dentro, en total hay treinta alcobas, de las cuales normalmente se usaban menos de veinte, según lo que nos dijo Jessica hace unos pocos minutos. Liz, Jessy y Leo se fueron después de darnos las siguientes instrucciones: nunca estar despiertos tres personas o menos después de las tres de la madrugada; permanecer siempre en nuestras habitaciones después de esa hora; no entrar al sótano sin importar lo que veamos; no subir al ático sin importar lo que escuchemos; nunca dejar las ventanas abiertas a menos de que sea por la mañana; no salir al bosque si ya es de noche, en caso de ir regresar antes de que anochezca; nunca responder a voces si no sabes de quien se trata; y lo más importante es un viejo dicho desde los primeros habitantes de aquí, San Francisco, según lo que dijo Jessica: "El poder está en ti y el poder es confiar; ya nada es lo que parece y lo que parece ya no es nada. La mirada del infierno llora cuando la mirada de la naturaleza calla, pero la mirada de la noche te destruirá mientras que la mirada del reloj te salvará..."

Esa última instrucción o frase me causó un poco de intriga pues quiero saber que significa y no creo ser sólo yo quien desea averiguarlo, puesto que mientras Jessica, Elizabeth y Leonardo nos dijeron eso parte por parte para terminar todos juntos al unísono, nosotros los veíamos a ellos y entre nosotros con los rostros mostrando expresiones de temor y misterio. Si todas estas instrucciones son para protegernos de algún peligro espero que sea verdad, porque si se trata sólo de una broma para no dormir bien y despertar entre pesadillas y correr hacia el sótano para encontrarnos con el susto de nuestras vidas que termina en risas y carcajadas por parte de los involucrados en la broma, estaré totalmente dispuesta a asesinarlos con mis propias manos extraordinariamente bien cuidadas, y clavarles en la yugular mis afiladas uñas rosadas, sin importar manchar de sangre hasta el más fino, caro y deslumbrante atuendo de mi equipaje, estaría tan furiosa en ese momento, como el océano en una tormenta que causa remolinos y gigantescas olas destruyendo barcos entre las fuertes ráfagas del violento viento, trayendo consigo la muerte y naufragios en un solo abrir y cerrar de ojos. Puedo parecer una chica tonta y obsesiva, pero no hay que subestimar a las personas sin siquiera conocerlas, porque como ha dicho Jessica: "Ya nada es lo que parece y lo que parece ya no es nada." Y yo estaré dispuesta a lo que sea por mi propio bien si es necesario olvidarse de los demás.

A la Sombra del Brillo de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora