Capítulo 5: Después de tanto, ya es hoy

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¿Te imaginas vivir en el punto más maldito del infierno? Tu piel siendo consumida por las llamas y tu alma vuelta cenizas no serán suficientes consecuencias para comparar los incontables mares de calor que en ese terrible lugar se encontrarán. Pero algo semejante a este sufrimiento de la carne humana se puede hallar en uno de los puntos más calurosos dentro de la República Mexicana. Veracruz, la cuna de incontables historias que forjaron una conquista, una independencia, y luego una nación.

Remontarnos a un febrero de 1519, cuando una expedición de 10 bajeles comandada por Hernán Cortés partió de Europa, sería viajar muy al pasado, pero es que en el día 21 de abril, de ese mismo año, fue cuando por primera vez se avistó la tierra de aquellas costas que, posteriormente, se convirtieron en el desembarco de la expedición, siendo entonces el Viernes Santo 22 cuando fue fundada la Villa Rica de la Vera Cruz. Fue así como nació el primer ayuntamiento de América.

La historia de este Estado fue creciendo al mismo tiempo que las antiguas culturas fueron cayendo. La Conquista sometió a muchos a trabajar, con apenas descanso, a beneficio de la Corona Española. Nuevas castas comenzaron a surgir causando con ello las divisiones sociales, así como surgieron y se dio la implementación de tradiciones que luego se volvieron una sola cultura.

El tiempo siguió pasando y Veracruz fue oficialmente nombrada "La cuatro veces heroica ciudad y puerto de Veracruz" siendo merecedora de esto por su gran muestra de lealtad y defensa a la patria. Y fue por tanto más que pasó esta tierra que no alcanza un día para detallar cada hecho, pero sí se puede agregar que en la actualidad sigue manteniéndose firme siendo casa de la cultura jarocha y surgiendo entre ella nuevos asentamientos unidos para seguir creando historia.

Es así como llegamos a la Región Montañosa del estado de Veracruz, en esta se encuentra San Francisco, un pueblo lleno de tradiciones tanto como lo está de naturaleza. No habría que preocuparse mucho estando en este lugar porque el mayor peligro que te podrías topar sería el de que una anciana te persiga con una gallina negra para hacerte una limpia. Sí, así es, en este lugar existe no sólo el misterio, sino que también vive la magia. ¿Cuál es el secreto que dentro de su pasado nos oculta?

Entre los territorios de San Francisco habitan familias numerosas y otras pequeñas, entre todas ellas están los Palacios Heredia. ¿Sabes lo que es tener una sonrisa sincera a pesar de todo? Ellos lo saben, una de las familias más unidas que podrías encontrar entre las casas de este peculiar pueblo. Aunque también suelen poseer ratos negativos y vaya que lo son, podría decirse que llevan en la sangre aquello de las emociones neutras y desequilibradas.

A la cabeza de la familia, el señor Antonio Palacios Valente, un campesino humilde y sencillo, trabajador dedicado a las agrícolas tierras que dan vida a tantas hectáreas de verde y dulce caña azucarera, además de aquellas tierras que también producen limón, dos cultivos demasiado importantes para la economía y sustento de todo el estado. Su sueldo quizás no sea de los mejores, pero es el suficiente para darle una vida a su pequeña familia. El dinero es lo de menos cuando se es un hombre de bien que no puede pedir nada más que salud y alimento para quienes ama. Este honorable señor cuenta con 40 años de alegrías y decepciones, respetable, serio, valiente y varonil. Su personalidad es verdaderamente merecedora de él. Es alto y de piel morena, su cabello negro y chino muestra ya aquellas canas que delatan su edad, además de su bigote. Sus ojos son de un color café y su cuerpo se muestra fuerte, sin importar que este es voluminoso.

La esposa del señor Antonio, María del Rocío Heredia Buenavista, es aquella típica mujer pueblerina, claro que con su propia unicidad. A sus 38 años es la ama de casa de esta familia, la dichosa de tener tan lindo hogar. Limpia, cocina, hace las compras y, cuando es la temporada de cosecha de café, con algunas otras mujeres del pueblo muelen el grano y lo preparan para su distribución por la región, claro que la mayor parte de aquella cosecha se va hacia grandes empresas donde pasan por un proceso industrial, pero en este pueblo la pequeña parte que se queda es procesada de manera manual. Otra de las cualidades de esta ejemplar mujer son sus platillos, una chef de restaurante cinco estrellas que en lugar de lujos usa humildad y sentimiento con un don para la gastronomía el cual empeña en un pequeño puesto en su casa. Durante las noches vende antojitos mexicanos y otras comidas típicas y sencillas que no constan de mucha preparación. La señora Heredia es, además de talentosa, alguien que lleva la felicidad en el corazón, usualmente se le ve sonriendo, pero eso sí, de un carácter fuerte. Su cabellera castaña y lacia suele estar recogida en un chongo* o una coleta. Sus labios siempre sonrientes son entre un tono rosa y café, esto debido a su piel morena. No es muy alta, pero el coraje de su corazón la hacer ser grande.

A la Sombra del Brillo de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora