Una risa pertinente sonaba por toda la sala de estar de la nueva base de los vengadores y esta risa solo podía pertenecerle a Ant-Man
-Venga se que os están encantando mis chistes os cuento otro. –frotó sus manos y miró serio a todos los vengadores que se encontraban en la sala es decir, Steve, Tony, Natasha, Clint, Wanda, Thor y Linda siendo así la más joven en este equipo.–¿Qué le dice una iguana a su hermana gemela? ¡Somos iguanitas!
Las caras de las personas allí presentes eran un cuadro ni uno soltó una risa de lo malo que era el chiste número un millón que contaba Scott.
-¿Enserio no puedo coserle la boca? –Replicó la más joven de estos.
-Si hicieses eso, ¿quien bajaría abajo por la noche?–Añadió el millonario haciendo sonrojar a la chica y logrando hacer reír a todos.
Linda se levanto de su lugar y se fue rápidamente de allí, la relación de Scott y ella era secreta, como para no serla el hombre hormiga podría ser casi su padre.
Entro en su habitación y cerró la puerta de un portazo y de fuera se escuchó un "por Dios me saldrá un buen chichón" dando a reconocer así la voz de su novio. Esta abrió la puerta y se tumbó en la cama boca arriba.-Pulga creo que tendrás que gemir más floja to la próxima vez.
Le lance un cojín a este el cual esquivo.
-Y si se entera mi padre.–Me levante rápidamente a modo niña del exorcista de casa del terror haciendo retroceder a Scott de una manera muy tonta.– Si el se entera seguro que te mata y no quiero tener un novio muerto.
-Pulguita eres muy exagerada.–Se acercó a la chica.–Además estoy deseando conocer a mi suegro garritas.
Las caras de ambos estaban a centímetros y sus respiraciones se mezclaron por consecuencia de esto.
-Si lo llamas así vas a morir antes de decirle que somos novios.
El sonrió y plantó un beso en los labios de su joven novia.