Baje de mi cama de un pequeño salto y salí en dirección al salón buscando a Logan pero no estaba allí, luego fui al jardín, la sala de entrenamientos, la enfermería pero no lo encontraba. Entre en la cocina.
-¿Oye Remy, has visto a Logan?
Movió las cartas en un ágil movimiento y luego las barajo.
-¿Y ese interés señorita?
-Tengo que darle una cosa que me presto pero llevo buscándolo por casi más de una hora.
-Quizás no quiere verte.
-¿Por qué no querría verme?
-O quizás no está en la escuela.
-Pues empieza por ahí.
Suspire cansada y salí de la cocina pero una carga exploto justo en mi pared de enfrente. Me giré sobre mis talones mirándolo mal.
-¿Acaso quieres matarme?
-La verdad es que no, la verdad es que quiero una cita con usted mademoiselle.
-Entonces no llegues tarde este viernes a las nueve. Nos vemos en la puerta.
Le guiñe el ojo y salí corriendo a toda velocidad. Remy era como mi crush supremo así que de esto se tenían que enterar Ororo y Jean.
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Me senté en el banco de fuera. Habíamos quedado a las nueve y eran casi las doce. En un principio le estaba esperando pero en este momento solo estaba con muchas ganas de llorar. Caminé hacia dentro y como para llegar a mi habitación tenía que pasar por la cocina primero hice una parada para coger un refresco porque en esta maldita escuela no había alcohol. Pase por la sale de entrenamiento y entonces comprendí muchas cosas. Gambito entrenaba con Picara. Al parecer este me vio y vino hacia donde estaba. Camine dignamente pasando de él y al entrar en mi cuarto cerré la puerta con mis poderes mentales.
-Déjame explicarte.
-No me apetece hablar contigo.
-No es lo que parece.
-¿Estabas entrenando?
-Si.
-Entonces si s lo que parece.
-Quería salir contigo pero Logan me lo prohibió me dijo que si lo hacía me convertiría en salsa cajun.
-Pues es mi salsa favorita. –Abrí la puerta y Remy entró.
-Perdón.
-Quedas perdonado pero no le hagas más caso.