-Asi que esto es el nuevo Asgard. –Me crucé de brazos al bajar de la camioneta observando el verde paisaje.
–Una especie de paso atrás para un palacio dorado para un alteza y tal.
–Oye deberíais de tener un respeto. Primero, han perdido a Asgard, y luego a la mitad de la gente. Probablemente estén felices de tener un hogar.
Una voz femenina nos grito.
–¡No Deberías de haber venido!
Hulk se acercó alegremente a ella y Rocket y yo le seguimos.
–¡Valkiria! Me alegro de verte, chica enfadada.
–Creo que me gustabas más de la otra manera.
–Este es Rocket.
–Ey, ¿como te va?
–Y ella es...
–Liana, Thor habló mucho de ti. –Después de un largo suspiro volvió a hablar.–El no os vera.
–¿Tan malo es?
–Solo lo vemos una vez al mes cuando viene a por... sus suministros.
Todos miramos a los barriles de cervezas que había tirados en el suelo. Mi pecho se encogió de una manera que jamás pensé.
–Es así de malo.
–Si.
Nos indicó donde estaba su casa y comenzamos a andar hacia ella.
–Una pregunta Liana.
–Dime Banner.
–¿Por qué lo dejasteis?
–Yo no le dejé... –Me abrace a mi misma aguantando las ganas de llorar– Después de lo de Thanos dijo que necesitaba espacio y tiempo así que se fue de repente. Lo esperaba todas las noches durante los primeros meses, nunca he dejado de esperarlo, pero cada vez me canso más. Thanos le arrebató a su hermano al igual que a mi también me arrebató al mío, pero supongo que a todo el mundo no le afectan las cosas igual.
–Por eso no querías venir y te hemos obligado.
–No os preocupéis, pensabais que la relación la termine yo, fue lo que dije siempre porque no podía parecer débil.
Llegamos hasta la puerta y Rocket llamo.
Entramos en la casa la cual apestaba y llegamos hasta un pequeño salón donde estaban Thor ¿gordo? Y otro sujeto. Yo estaba detrás de Hulk para que no me viera.–¡Chicos! ¡Dios mío!
Thor se acercó a los chicos y entonces me vio. Me eche a un lado para observarlo bien.
–Liana... ¿qué haces aquí?
–¿A mi no te alegras de verme?
–Thor, te necesitamos...
Le explicamos todo y no se como al final logramos convencerlo pero vino con nosotros a la base.
Al llegar fui rápidamente a mi habitación pasando de todo el mundo, necesitaba despejar mi mente, refrescarme. Me senté en la cama mirando hacia el techo evitando las ganas de llorar.
Unos golpes en mi puerta me hicieron mirar hacia esta.
–Está abierta.
La cabeza de Thor, y luego su cuerpo asomaron por la ventana. Entró cerrando la puerta tras de sí y se sentó justo detrás mía. Acaricio mis brazos los cuales estaban apoyados en la cama y yo rápidamente me levanté para que no me tocase.
–Espere una llamada, una carta ¡un jodido mensaje de humo yo que se! Esperaba saber que estabas bien, que no estaba sola y que volverías.
–Pero no volví...
–Y me dejaste destrozada, pero no soy egoísta y sé que tú no has estado bien...
Me senté de nuevo mirándole de frente.
–La salud mental es algo tan frágil mi querido Thor... –Lleve mi mano hacia su mejilla y le sonreí.– Se que no estabas bien y aún así te dejé ir, te dejé ir con la depresión que se te venía encima pero yo no lo sabía y mira que puedo ver el futuro.
Realmente ese era mi gran poder, podía ver el futuro de todo el mundo, pero nunca podía contarlo porque si no se corria un gran peligro.
–Nunca has querido leer mi futuro.
–Solo lo lei una vez para saber si realmente me invitarías a salir o no.
Thor río haciéndome sonreír. Agarro mi mano que tenía colocada en su cara y la acaricio lentamente.
–No te he dejado de querer Liana, pero estaba perdido.
–Espero que te encuentres pronto Thor, yo te voy a estar siempre para ti. En las buenas y en las malas.
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QUERÉIS SEGUNDA PARTE?