Una ráfaga de viento para por mi lado haciendo volar mi falda. Otra ráfaga me hizo girar.
-Pietro mi padre está allí.
-Que le den a tu padre.
Me reí y golpeé su pecho suavemente.
-¿Cuando vamos a decírselo?
-Pronto lo prometo. –Sonreí y deje un beso en su mejilla. Luego fui junto mi padre Tony ya que quería presentarme a algunas personas.
Su padre pasó su brazo por encima de su hombro y empezó a contar cosas orgullosas sobre sus logros. Pero la vista de Marta solo se fijaba en el platino que hablaba animado con una increíble chica.
-¿Verdad Marta?
La chica volvió a la conversación y asintió levemente. Se excusó de esa conversación diciendo que tenía que ir al baño pero camino de este Peter se interpuso.
-Oye Marta, ¿puedes ayudarme y bailar conmigo?
Asentí con la cabeza y agarre su mano para ponernos a bailar. Después de dos canciones unas manos agarraron mi cintura y el chico se fue. Me giré para sonreírle a Pietro.
-Nos va a ver mi padre.
-Solo estamos bailando.
Me acerqué más a él y lo besé.
-Ahora si que nos va a ver tu padre.
-También nos va a ver esa chica.
Pietro río y nos volvimos a besar.