Estaba en la cocina preparándome un sándwich tranquilamente cuando mi teléfono el cual había dejado en la encimera comenzó a sonar. Me precipité a contestar y sonreí al ver una videollamada de Lucas mi ex.
En cuanto conteste la llamada la sonrisa de mi hijo se hizo presente.-¡Mamá!
-Hola cariño, ¿como te va todo? –Mis ojos se cristalizaron al ver a mi pequeño tan grande. Hacia casi seis años que no lo veía ya que me tuve que ir de España para trabajar con los vengadores ya que me necesitaban por mi mutación. En una semana mi pequeño cumpliría 9 años y lo añoraba mucho.
-¡Todo fenomenal! ¡Voy a tener una hermanita!
-¿Enserio? Eso es increíble, felicita a tu padre de mi parte.
Alguien más entro en la cocina pero no le hice mucho caso ya que estaba escuchando a mi hijo hablar de sus clases y de cómo le iba en el fútbol.
-El hombre que tienes detrás de ti es... ¿Iron Man?
Gire mi cabeza y sonreí al ver a Tony. Este al escuchar su nombre se fijó en mi y luego en el teléfono.
-Si cariño es el.
-¡Entonces podrías decirle que te traigas volando hasta casa para mi cumpleaños!
-Eso va ser difícil criatura, tengo mucho trabajo y sabes que me es imposible estar allí pero no te preocupes que tendrás tu regalo.
-No quiero ningún regalo si no estás tú para dármelo.
La voz de Lucas se escuchó de fondo en el teléfono avisando a nuestro hijo que terminara de prepararse para ir a entrenar.
-Que te vaya bien cariño, hablamos pronto.
-Te quiero mamá.
-Yo también te quiero.
Le dediqué una última sonrisa y colgó. Suspire aguantándome las ganas de llorar. Tony se sentó junto a mi y acaricio mi espalda.
-¿Soy una mala madre?
-No claro que no Carolina, solo es difícil ser madre supongo.
-Siento que cada vez lo decepcionó más, nunca estoy para el, últimamente solo sé decepcionar a todo el mundo que me quiere.
-A mi no me decepcionas cariño.
Se acercó más a mi dejando un beso en mi cabeza.
-Te quiero mucho Lina que no se te olvide.
-Yo también te quiero Anthony.
En un días sería el cumpleaños de Mark y me había llevado casi toda la semana llorando. Supongo que también tenía que ver con mis hormonas.
Alguien llamó a la puerta y luego entro.-Carolina arréglate que te quiero dar una sorpresa.
-Tony no tengo ganas de tus bromas además quiero descansar mañana voy a Rusia.
-Vamos por favor.
Comenzó a darme la lata y al final tuve que rendirme y hacerle caso. Me puso una venda en los ojos y me hizo caminar sin saber el rumbo. Me sentó en un asiento bastante cómodo y noté como el lugar se elevaba.
-Ya te las puedes quitar.
Quite la venda de mis ojos y mire todo.
-¿Estamos en un avión?
-¡Sorpresa! ¡Vamos a España! Se la ilusión que te hacía ir a verle así que. –Tony agarro mis manos y luego las beso– Haría todo por ti amor.
Me lancé a abrazarlo sin pensármelo dos veces y deposité muchos besos por su cara mientras lloraba de felicidad.
-Pero, ¿como voy a presentarme así vestida? Parezco una vagabunda, y, ¿donde nos quedaremos?
-He hablado con Lucas tu ex hemos planeado esto juntos así que tú hijo no sabe que vas.
Después de aterrizar en Malaga un coche nos recogió para llevarnos a mi antigua casa.
-Hola chicos. –Lucas abrió la puerta y nos dejó pasar.– No te preocupes por Mark ahora mismo está en casa de tu madre.
Abrace a este y luego estuvimos un rato hablando todos. Había palabras que tenía que traducirle a Tony porque claro, aquí se hablaba con acento así que había cosas que por muy buen español que supiera si no era andaluz no entendía.
Al día siguiente decidimos Tony y yo salir a dar una vuelta para enseñarle el pueblo de mar en el que había crecido.
-Asi que naciste en el Mediterráneo.
-Soy cantor, soy embustero ,Me gusta el juego y el vino. Tengo alma de marinero –Dije cantando la canción Mediterraneo de Serrat.
-Me gusta mucho verte feliz.
Tony me abrazo por la espalda y sonreí. Ese día fuimos a coger unos espetos a pie de playa y cuando llegaron las seis Lucas nos aviso de que ya estaban todos allí así que volvimos.
Estaba muy nerviosa y eso se notaba en lo que temblaba.-¿Que pasa si en realidad no me quiere ver?
-Oh Carolina, llama a ese timbre y no digas tonterías.
Hice caso y toque el timbre. Se escuchaban las risas de los niños y gente corretear. La puerta de abrió y vi a hijo. Su expresión de sorpresa y alegría hizo que se me saltaran las lágrimas y rápidamente nos abrazamos. Después este miro a Tony.
-¿Mi regalo de cumpleaños en Iron Man?
Este río y negó lentamente.
Estuvimos pasando una linda tarde. Hablé con Sara sobre su embarazo la cual estaba ya de seis meses y yo apenas estaba de tres meses y aún nadie lo sabía.
Decidimos ir a la playa Tony, Mark y yo y nos sentamos todos en la arena.
-Muchacho tengo un regalo para ti.
Mi hijo se acercó rápidamente a Tony con el cual había cogido mucha confianza y este le dio una pulsera, ¿con un botón?
-Quiero que seas responsable con ella , es una armadura, tú madre no podrá protegerte siempre y además así serás el más guay de toda la escuela.
-¿Le has hecho una armadura?
-Si, y lanza serpentinas.
-Yo también quiero deciros algo.
Ambos hombres me miraron atentamente.
-Por una parte Tony, vamos a ser papás. –le enseñe le ecografia.– Y por otra parte cariño vas a ser hermano mayor por dos partes.
Ambos se abalanzaron sobre mí y en ese momento supe que era realmente feliz y que por fin tenía la familia que tanto anhelaba.