Noona ➵ Im Jaebum

Castigo

El dolor de cabeza la mañana siguiente me recordaba las malas decisiones que había tomado la noche anterior. Y digo literalmente tomado. Bebí tanto alcohol que había escenas en mi cabeza que estaban borrosas. Pero había una memoria que estaba completamente viva en mi mente. El tacto de JB en mi cuerpo... y su perfume, ese maldito olor que me descontrolaba todo el jodido sistema. Era como revivir esa escena una y otra vez, ¿la diferencia? Que no podía tocar su piel.

Me levanté de la cama en busca de algún medicamento que me ayudara a revivir, quizás también un poco de comida me haría bien. Me puse cómoda, los chicos no habían llegado en la noche, por lo que me daba demasiado tiempo a solas para poder estar libremente en el apartamento. Busqué una de las camisas de los chicos y mi atuendo era solo eso con mi ropa interior. Esto es vida.

Encendí la radio, quería poner mi música favorita mientras organizaba el apartamento, que estaba hecho un desastre ya que los chicos dejaron de contratar a la que realizaba mantenimiento por que yo lo hacía todo. Y quizás a otra persona le hubiera molestado, pero a mi me gustaba tener el apartamento limpio, así que no era un gran sacrificio para mi.

Luego de limpiar todo el espacio pacíficamente, sin interrupciones, sin gritos, sin pelea, decidí darme un baño. Había sudado la gota gorda, los chicos a veces pueden ser un poco más sucios de lo que pareciera. Me relajé y entré a la ducha, retirando todo el sucio de mi cuerpo y entrando en un estado mental de relajación y paz. Pero eso tenía una hora de caducidad, y se acercaba.

–Me encantaría saber con quién demonios estabas en el bar causando tanto maldito escándalo. – Youngjae entró gritando por la puerta del apartamento. Él sabía que yo estaba ahí, y ni si quiera me había llamado para corroborar conmigo la información que le habían dado. Eso confirmaba mis sospechas de que tenían a alguien vigilando mi cada movimiento.

–¿Te puedes relajar un poco? Te dará un ataque al corazón. – grité de vuelta, por que si algo no iba a tolerar era que viniera con aires de padre cuando ellos también hacen y deshacen cuando yo no estoy. –¿Dónde esta Jackson? – pregunté cuando solo vi a mi amigo agitado en la sala, y muy curiosamente Jackson no había abierto su boca para regañarme tampoco.

–Jackson está haciendo su trabajo, por que estoy seguro que al menos que quisieras escuchar peleando y gritando es a él – y tenía toda la razón, escuchar a Jackson correr su boca sin ningún tipo de autocontrol sería lo peor, algo que realmente no necesitaba. – Ahora bien, siéntate y cuéntame todo, no sabes lo agitado y curioso que estábamos por saber con quién demonios te estás relacionando.

–Youngjae, necesito que te calmes. ¿Por qué estas tan agitado? – me extrañaba tanto que estuviera tan molesto por esto. Era como si el espíritu de Jackson estuviera recorriendo todos los rincones de su cuerpo.

– ¿En serio me estas preguntando eso? Bien, déjame explicarte Bang Soojin. – era demasiado en serio, Youngjae nunca me llamaba por mi nombre completo, a menos que fuera algo que realmente lo estuviera agobiando. – Salimos Jackson y yo, estamos a varios kilómetros lejos de ti, que no podemos hacer absolutamente nada. Decides ir a la barra donde nuestros socios frecuentan, y no vas sola, vas con dos personas que deciden, sin medir donde están, agitarse y buscar pelea, mientras tu estás en el medio. Y dentro de todo, saber, que no estas siendo en lo absoluto precavida de con quién te estas rodeando. Sabiendo bien que tu padre ya esta teniendo contacto con el exterior, que hay gente que te quiere ver mal, que hay gente que te quiere hacer daño. Y tu andas relacionándote con chicos que ni si quiera saben tu nombre. Sabes lo que pasa cuando estos eventos ocurren ¿verdad? Así que no me jodas Soojin, ¿por qué crees que estoy molesto? – se levantó del asiento abruptamente y se dirigió a su habitación.