Momentos

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Mi rostro expresó el desagrado de mis pensamientos y Jinyoung no dudó dos veces en preguntarme si estaba bien. Tenía que actuar como si nada, como si esta fuera una barra más, solo eso. Le respondí que todo estaba bien, y caminamos hacia la fila de entrada. Tan solo esperaba que no me reconocieran, o que el jefe no estuviera allí.

– ¡Soojin! ¿Que haces afuera? ¡Hace frío! – el dueño de la barra, de todas las personas, él. No podía actuar como la tonta inocente Soojin que Jinyoung conocía, ignorándolo y huyendo de allí, así que opté por enfrentar lo que esta noche tenía planeada para mí , sin importar que Jinyoung estuviese ahí.

–Hola Kahn, estoy por ahí, con un amigo. – el dueño del negocio miró de tras de mí a Jinyoung, un poco confundido y escéptico. – No te preocupes, es un buen chico, pero, no sabe nada. – susurré mientras tocaba su pecho, tratando de dejarle claro que mi acompañante  no sabía absolutamente nada de quién era en realidad,  qué hacía y con quién me relacionaba.

–Ah... bien. – miró nuevamente a Jinyoung y se rió, sabía lo que significaba esa risa, y sé que no se vería nada bien ante los ojos de Jinyoung. – Bueno, dejemos de hablar tanta babosada, estoy seguro que vinieron a disfrutar, así que adelante, los tragos van por la casa.

–Gracias Kahn. – besé su mejilla y tomé a Jinyoung por el brazo para entrar lo mas rápido posible a la barra.

–¿Qué fue eso? – fue lo primero que salió de sus labios, y no esperaba menos. – No sabía que tenías tan fuertes conexiones, y más con el dueño de una de las mejores barras en toda la ciudad.

–Tengo mis razones. Pero basta de interrogatorios, vinimos a pasarla bien ¿o no? – dejé que mi cuerpo se moviera al son de la música que explotaba por aquellas bocinas. Jinyoung, a pesar de que dudó un poco, comenzó a acercarse más a mí para bailar juntos.

Y de eso consistió la noche. Kahn nos había reservado un área, como siempre, con alcohol ilimitado para disfrutar. No lo voy a negar, la estaba pasando de maravilla con éste chico que, parecía no haber conocido. Jinyoung era otra persona, y realmente me agradaba demasiado esta versión de él.

–Voy un momento al baño, no te vayas sin mí. – ambos ya estábamos pasado de tragos, se notaba en nuestra forma de hablar, pero la estábamos pasando demasiado bien, bailando y hablando, riéndonos y de cierta manera coqueteando.

No hubiera pensando en mil años que estaría teniendo una noche tan divertida con Jinyoung.

Mi cuerpo seguía moviéndose al son de la música, sentía como todo mi cuerpo recibía las vibraciones de la música como si fuera éxtasis. Me lo estaba disfrutando al máximo, y mis preocupaciones se habían ido a la mierda ya hacían alrededor de 2 horas atrás.

Sentí unas manos cálidas en mi cintura que me anunciaban que había vuelto. – Te tardas tanto en ir al baño, casi me voy a casa. – burlé, mientras meneaba mi cintura en el área pélvica de mi acompañante. Subí mis manos a su cuello, aun estando de espalda, realmente el alcohol ya estaba haciendo su efecto en mí. – Ese olor, es mi favorito, conozco a un chico que... – y abrí mis ojos cuando analicé lo que estaba sucediendo, me giré de inmediato contemplando la idea de que era él.

–Bonita, ¿con quién bailas de esta manera si no es conmigo? – que maldita suerte la mía, que maldito tiempo, ¿porqué justo ahora? ¿Porqué tenía que aparecer de esta manera? ¿Y en éste maldito lugar? – ¿no estas contenta de verme, preciosa? – acercó sus manos a mi cintura y corto cualquier espacio que había entre nosotros, con una de sus manos tomó mi barbilla y la levantó para tener mejor accesibilidad a mis labios, esos labios que ya los había hecho suyos, los labios que sabía a la perfección como manipular.

Noona ➵ Im JaebumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora